Salmo 27:10
“Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá.
Mis hermanos aquí está otra situación extrema para orar con todas las fuerzas de tu alma:
Sentirte abandonado significa que crees que ya nadie podrá ayudarte, ampararte o protegerte.
Hace algunos años, siendo ya creyente, tuve un problema muy grande y solamente alguien con mucha influencia podía ayudarme. Pedí permiso en el trabajo por unos días, pero al regresar a la oficina tuve que contarle la situación a mi jefe. Sorpresivamente me ofreció su valiosa ayuda, situación que me puso feliz, contenta pero no pensaba en mi Señor ni un instante siquiera. Mi jefe era quién podía resolver el problema y eso me bastaba, mis esperanzas estaban puestas en él y ¿que fue lo que pasó posteriormente? La ayuda prometida fue retirada y sólo me dijo que lo sentía mucho por no poder ayudarme. En estas circunstancias muy tristes recordé al Dios Altísimo, me sentía abandonada, decepcionada y al salir del trabajo me fui a casa, me encerré en mi cuarto y, con mucha pena y vergüenza, lloré y llegué hasta la presencia del Poderoso Gigante, para suplicar su perdón por haber corrido en pos de un ser humano en lugar de buscarlo a Él. El Señor, en su preciso tiempo, resolvió mi problema y aprendí esta valiosa lección: que el Dios de misericordias nunca me abandonaría.
No desmayes cuando te sientas abandonado, desprotegido, busca primeramente la compañía, el consuelo y la guía del Dios viviente y milagroso. Él te está esperando con los brazos abiertos para ayudarte en todo lo que te atribula. No te rindas, el enemigo buscará decepcionarte, culparte, te hará ver que puedes poner tus esperanzas en alguien en específico, pero eso es lo que él quiere que hagamos. Es lo peor que puedes hacer, por esto ¡clama y busca al Señor!, debes batallar buscando el rostro de Dios.
Inevitablemente los cristianos estamos expuestos a diversas pruebas en la vida, recuerdo que en más de alguna oportunidad he experimentado amargas decepciones con algunos de mis seres cer- canos, ya que me quitaron su apoyo en el momento que más lo he necesitado, decepcionándome gran- demente. Sin embargo, Dios me hizo entender que cuando todos los apoyos humanos se alejan de nosotros, esto en el fondo es bueno, ya que entonces Él se acerca, consuela, da su amor incondicional y nos hace depender solamente de Él. En esas circunstancias, ¡he dado gracias al Señor porque he experimentado un verdadero gozo. Te preguntarás ¿por qué? Resulta que, en esos angustiantes momentos, con el sentimiento de abandono aún fresco, no tuve más opción que buscarlo con todo mi corazón “como el ciervo que brama por las corrientes de las aguas” (Salmo 42:1) y ha sido en este tipo de situaciones de abandono a lo largo de mi vida, que he experimentado mi mayor crecimiento en la oración.
Dios quita todos los soportes humanos, para hacerte depender absolutamente solo de Él, ¡Dios es celoso y no comparte Su gloria con nada ni nadie!
Jeremías 17:5
“Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre,
y pone carne por su brazo,
y su corazón se aparta de Jehová “
Cuando recuerdes a los que te han decepcionado, tienes una oportunidad valiosa para mostrarles el amor de Cristo, ya que – aunque ellos fallaron – tú y yo estamos obligados a perdonarlos y jamás llenarnos de amargura o resentimiento; porque de lo con- trario, como vimos en su oportunidad estaríamos ac- tivando una barrera que impediría que nuestras oraciones lleguen al Trono de la Gracia, una verdadera maldición y esclavitud para ti mismo. Dios permite y te quita las dependencias humanas para mostrarte Su tierno amor y sacarte adelante.
Ocurren problemas graves, situaciones difíciles y tenemos que tomar serias y arriesgadas decisiones y ¿qué es lo que hacemos primero?, corremos donde nuestro mejor amigo, jefe, consejeroo Pastor y dejamos en segundo lugar al Dios vivo, cuando lo correcto es ir primeramente al Señor, decirle que nos guie, que enderece nuestras veredas, nos ayude a reconocer Su voluntad, y nos dé discernimientopara seguir los pasos correctos. Claro que no estoy diciéndo que excluyas consejos de personas experimentadas o maduras en la fe, porque – como dice la Palabra en Proverbios 11:14 – “en la multitud de consejeros hay sabiduría”, la cual el Señor permite que llegue a nosotros de esta manera. Solamente te sugiero priorizar buscando la ayuda del gran Rey.
Con el amor de Cristo,
Helen de López
