Mis hermanos:
Anteriormente les compartía sobre la perseverancia en la oración. Ah qué grandiosas palabras con las que nos alienta nuestro Señor Jesucristo. Si un juez injusto, a causa de la perseverancia de esta mujer, lo hace, cuanto más se compadecerá el Señor que es
Dios justo, misericordioso, bueno y fiel. No nos cansemos de pedir al Señor.
Sólo ten en cuenta que tu petición debe ser de acuerdo con la voluntad del Padre y no para tus deleites. También, de forma paralela, pide por contentamiento en el caso de que tu petición este aún sin ser contestada, es contestada de manera diferente o simplemente el Señor te dice: “NO”. Ten la plena seguridad que tu Padre Celestial sabe perfectamente lo que más te conviene y va de acuerdo con Su justo propósito en tu vida. ¿Entiendes esto?
Santiago 4:3
“Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.”
Te doy otro ejemplo. Imagina que tú estás pidiendo por un vehículo. Dios sabe que tienes necesidad de un vehículo y es vital especificar como lo deseas: que sea nuevo o usado en buenas condiciones, ahorrativo en cuanto a gasolina y repuestos y que sea idónea para tus propósitos. Pero si pides un automóvil de marca, último modelo y muy costoso, en realidad estás pidiéndolo para llenar tu vanidad y expectativas mundanas, y muy probablemente a causa de este vehículo te alejarías de la iglesia, te alejarías del Señor, por andar en compañía de malas amistades, también dado a una vida de presuntuosa, discriminadora y materialista. Ten por seguro que el Señor no contestará semejante petición, pues ante todo Él ve lo que hay en tu corazón, o sea tu verdadera motivación: vanagloria, deleites, vivir de las apariencias, demostrar superioridad. En tal caso, basta que se lo confieses de corazón, pidiéndole en oración que te quite esas erradas motivaciones. Sé sincero ante El Señor y pídele que cambie profundamente tu enfoque equivocado, prometiéndole que lo usarás para Su gloria, especialmente para proporcionar transporte a hermanos necesitados o para el servicio de determinado ministerio eclesial. No le exijas marcas, modelos o estilos determinados, Él sabe el vehículo que te conviene y que esté de acuerdo con Su Voluntad y en Su Tiempo.