“Pero Josafat inquirió: ¿No hay aquí un profeta del Señor a quien podamos consultar?” 1º. Reyes 22.7
Acab, el perverso rey de Israel, reunido con uno de los mejores reyes de Judá, Josafat, han hecho pacto para ir a pelear juntos contra los sirios y recuperar Ramot de Galaad. No es buena idea acompañar a Acab en esa batalla, porque Jehová no peleará con el rey de Israel, de hecho, Acab encontrará su destino de muerte en ese conflicto, Josafat está en el lugar equivocado, aliado con la persona equivocada, peleando la batalla equivocada.
Sin embargo, el buen rey Josafat sabe pelear batallas, sabe que no se sale a enfrentar al enemigo sin primero consultar al Señor (2º. Cron. 20.1-3). Las batallas se pelean “CONSULTANDO” al Señor. Cuando salga a la batalla asegúrese de no hacerlo en sus fuerzas, porque la única estrategia que Dios va a respaldar, es la estrategia de Dios. Sin consultar a Dios, no hay garantía de su respaldo.
Entonces, asegúrese de estar en la batalla correcta, con las personas correctas y consultando al Señor correctamente, ¿cómo lo hacemos?:
- Sinceridad. Busque la verdad y no lo que quiere oír.
- Oración. Recuerde que la oración es el medio fácil y efectivo para conectar con Dios.
- La Biblia. La Palabra de Dios es la lámpara de tu vida.
- Consejeros. Asesórese, pregunte, sobre todo preste atención a aquellos cuya vida está fundamentada en la Palabra de Dios.
- Rodéese de intercesores. Busque un batallón que le esté apoyando en oración, la oración del justo es poderosa.
No salga a la batalla sin consultar sinceramente al Señor, y después que lo haya hecho tome decisiones consecuentes a su consulta.