Comencemos con la letra Ómicron, la 15ª del alfabeto griego, y que ahora se ha puesto “de moda”, porque con esta letra griega se ha designado una nueva mutación del virus que transmite el covid-19. De paso, el significado de Ómicron es “pequeño” y para los que les gusta la cábala, ómicron es igual al numero 70.
Pero, ómicron, cuando ahora se ha nombrado así esta variante mortífera del pequeño virus (también mortal), no estamos hablando de algo pequeño. De hecho “El Gobierno británico ha convocado para este lunes una reunión urgente de ministros de Sanidad del G-7 —que integran Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido, que ostenta la presidencia rotatoria del grupo— para abordar el aumento de casos registrados de la variante ómicron del coronavirus, ha informado el departamento de Sanidad británico. El Reino Unido, que ya ha confirmado tres casos de dicha variante, anunció el sábado nuevas medidas como la obligatoriedad del uso de la mascarilla en interiores y la imposición de hacerse una PCR a todos los viajeros a los dos días de su llegada” (El País, 11/28/2021).
Es que el minúsculo virus ha mutado otra vez. La variante Delta (otra letra griega) sigue siendo preocupante, pero, ómicron, lo es más. Porque parece que puede atacar incluso a los que se han vacunado. Y los que no lo han hecho, bueno, ¡que Dios les pille confesados!
Este es el mundo en que vivimos hoy. Criaturas bípedas de casi dos metros de altura, amenazados por una molécula invisible al ojo humano, pero letal, de todas maneras.
Nosotros hemos escrito bastante acerca de este covid-19 pero parece que nunca es suficiente, porque los cambios que se dan en este virus sorprenden por su rapidez y por su amenaza real a la vida humana.
Pero en el título de esta columna anotamos que las letras del alfabeto griego, Alfa, Omega y Ómicron tienen algo en común. Bueno, en realidad comparten la historia de su fundación. Pero el significado es totalmente distinto.
Para nosotros hoy, Ómicron es señal y símbolo de muerte. Porque, aunque letra pequeña en su significado, hoy acarrea la amenaza a la sobrevivencia humana. La letra Alfa, sin embargo, conlleva una promesa de vida, porque los creyentes y practicantes cristianos creen que identifica esta letra la presencia activa del Creador con los que se identifican con él hasta el final de los tiempos. Y este final se simboliza con la letra Omega, que cierra el alfabeto griego y que para los mismos cristianos quiere decir una consumación de la historia para bien de la humanidad.
¡Qué diferencia con ómicron, que solo se interesa en matar y destruir, para dejar sin esperanza a los que pueda alcanzar!
¿Cuántas letras más se necesitarán para seguir identificando nuevas variantes y mutaciones del virus mortal? Los científicos que investigan a toda carrera todo lo que puedan acerca de esta mutación, nos dicen que necesitan tiempo (y algunos hablan, de por lo menos, 2 semanas).
Mientras tanto, nosotros nos aferramos al Alfa y Omega para tener esperanza de vida.
(guillermo.serrano@ideasyvoces.com)
