La Fundación El Gran Yo Soy está a punto de cumplir 4 años de existencia, en los cuales han demostrado amor por el prójimo, supliendo diferentes necesidades.
En el municipio de Chinameca, del departamento de San Miguel, se encuentra la finca San Isidro, lugar que visitan por segunda vez con ayuda, en esta ocasión para otorgar un momento de alegría en el marco de las festividades de fin de año, proveyendo comida para los adultos y un kit infantil, equipado con juguetes, una pelota de futbol, legos, rompecabezas, pasta de dientes, calcetines, tijeras, colores, cuadernos, crayolas, y muchos artículos más.
“Los habitantes de este lugar nos han recibido con mucha alegría, el propósito de estar aquí es brindar el amor y la esperanza de Dios, especialmente en estos tiempos de fiesta, Dios es bueno, él nos manda a ayudar a otros”, detalló Jefferson Flores, fundador y director de Fundación El Gran Yo Soy.
Sus habitantes mostraron el agradecimiento por los beneficios recibidos, tal es el caso de doña Marta Lilian Mendiola quien esperaba con alegría la llegada de la Fundación El Gran Yo Soy, “Estoy muy agradecida por este aporte que nos han venido a dar, le pido al Señor que les de muchas bendiciones porque él ha tocado sus corazones para que vengan a compartir con nosotros”, expresó.
Para la cobertura de la Fundación El Gran Yo Soy, el pastor Roberto Flores del Ministerio Rey de Reyes de Tallahassee en Florida, Estados Unidos, es una bendición estar en El Salvador y servirle a las personas, “Compartir es un privilegio, gracias a todos los que a través de sus oraciones y donaciones están pendientes de nuestro viaje para festejar a las personas de El Salvador y regalarles una rayo de esperanza”, detalló el pastor Flores.
Juan Carlos Quintanilla es el representante de los habitantes de la finca San Isidro, quien agradece a la fundación por la visita que les han realizado, “Somos muy agradecidos y bendecidos por la ayuda que nos están dando, han venido a mover el corazón de todos nosotros, dan ganas de rodar lágrimas de alegría”, especificó Quintanilla.
Para la pastora Raquel Flores es indescriptible y satisfactorio el sentimiento que causa la sonrisa que se dibuja en las personas al recibir diferentes detalles, “La Biblia nos manda que debemos compartir con otros lo que de Dios hemos recibido, estoy muy feliz de estar en este lugar como parte del Ministerio Rey de Reyes y de la Fundación El Gran Yo Soy, para colaborar, no se puede describir la alegría que causa el rostro de felicidad de un niño al ver un regalo”, concluyó Raquel Flores.
