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sábado, abril 20, 2024

Orando con sumisión y humildad

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“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”.

Mis hermanos compartirles que debemos tener una actitud de sometimiento a la voluntad de Dios, sin cuestionarla, y rendirnos a sus pies y a sus deseos para nuestra vida. Cuando obedecemos, nos rendimos ante El, somos dóciles y obedientes a la respuesta dada.

David tuvo varias situaciones en las que acató la voluntad de Dios. En 2ª. de Samuel, Capítulo 12, David peca grandemente contra El Señor, tomando a Betsabé la mujer de Urías, durmiendo con ella, dejándola embarazada y luego enviando a morir a su esposo. Posteriormente, el profeta Natán llegó donde David y le manifestó la voluntad de Dios para con él, como consecuencia de semejante pecado, diciéndole que su propio hijo moriría a raíz de tal transgresión.

¿Qué hace David?

Mira el ejemplo de David: clamó al Señor, rogó, ayunó, pasó la noche acostado en tierra, suplicando, gimiendo al Señor por misericordia para su hijo, pero al séptimo día el niño murió, tal como le había dicho el Señor, quien es Dios de Amor, pero también Dios de justicia. ¿Qué hizo David al enterarse?, simplemente se levantó de la tierra, se lavó, se ungió, cambió sus ropas, entro a la casa de Jehová y ¡adoró al Señor! ¡Que profundo ejemplo de sumisión nos da el Rey David!

La petición por la que David rogó profundamente fue negada por el Señor y, no obstante, ¡adoró al Señor!, todo porque David era incondicionalmente sumiso a la voluntad de Dios. ¿Qué hubieras hecho tú en su lugar?…

Podemos observar las circunstancias extremas en las que David oró, se acercó al Padre y le buscó en espíritu y en verdad (Juan 4:23). Así nosotros debemos buscar a Dios en todo tiempo y más en esos momentos de temor o intenso dolor. Nunca debemos darnos por vencidos, desanimarnos, derrumbarnos, deprimirnos o tomar malas decisiones que nos lleven a alejarnos peligrosamente de los caminos del Señor. Imagínate si David hubiese optado por alejarse del Señor, de dejar de creer en Él y su fe se hubiese apagado, ¿qué terribles consecuencias adicionales habría tenido por su desobediencia? Aprendamos de este personaje bíblico: alineémonos siempre a la voluntad de Dios y sigamos adelante, seguros bajo Sus alas.

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