3. Regalo o promesa. «Ciertamente él cargó con nuestras enfermedades y soportó nuestros dolores… Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados». Isa. 53:4-5 NVI
¿Cuál es la diferencia entre un regalo y una promesa?… piénselo un poco más… creo que ya lo tiene… un regalo es algo que ya tiene, una promesa es algo que podría tener y el cumplimiento depende de la persona que promete.
Siguiente pregunta, según el texto anterior, ¿la sanidad es un regalo o una promesa?… lealo otra vez… otra vez… una vez más… creo que ya lo tiene. En el texto se habla de la sanidad en tiempo pasado: «…él cargó con nuestras enfermedades y soportó nuestros dolores…sobre él recayó el… precio de nuestra paz, y… fuimos sanados». La sanidad es un regalo que se le dio cuando abrió su corazón para Jesús.
Cuando ore por su sanidad hágalo con la fe en el sacrificio que Jesús hizo en la cruz, tomando en sus manos la sanidad y salud que él nos ha regalado, tome su regalo. Ya nos dio salud y sanidad, él cargó mi dolor para que no lo tenga que cargar yo, he orado asi cientos de veces y he experimentado su mano sanadora trayendo alivio en mis padecimientos.
Si Jesús es su Señor, ¿Usted se siente libre de sus pecados?… ¿considera que su eternidad con Dios está garantizada?… ¿tiene la convicción de que es un hij@ de Dios? … lo más probable es que su respuesta a esas preguntas es «SI». Porque la salvación eterna es un regalo no una promesa, la salvación se le entregó cuando abrió su corazón a Jesús.
Última pregunta, ¿Por qué es fácil tener y vivir la convicción de la salvación y no la de la sanidad?… ambos regalos están implícitos en el texto que tenemos de base. Le animo a tomar el regalo de la sanidad con la confianza y seguridad que ha tomado el hermoso regalo de su salvación eterna. EL YA NOS SANÓ!!!!
Oremos.
Padre gracias por el regalo de la salvación, la salud y la sanidad. Lo tomamos en este día con fe y gozo. Ayúdanos a caminar en esa convicción para enfrentar con fe y poder las amenazas a nuestra salud. En el nombre de Jesús, amén.
SANIDAD ante la enfermedad, SALUD para vivir.
