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martes, abril 23, 2024

De militar a la milicia

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@Jaime_ RO74

Hay personas que dejan huella en la vida y aunque pasen los años, se continúa recordando el ejemplo de humildad y sencillez, una de esas personas ha sido el Pastor Cristóbal Ramírez, quien sirvió 68 años al Señor Jesucristo en la Conferencia Evangélica de las Asambleas de Dios, durante ese tiempo se mantuvo intachable en su testimonio e integro en el desarrollo ministerial y fue un verdadero ejemplo matrimonial al permanecer siendo esposo de una sola mujer. Sin embargo, a Dios le plujo, llamarlo a su presencia el domingo 22 de mayo a las 7:20 Pm.

Evidentemente deja un gran legado difícil de superar para las nuevas generaciones de pastores. Al partir de esta tierra una persono no es necesariamente recordada por sus credenciales académicas o por sus logros alcanzados en términos materiales, sino por su calidad personal y por la honestidad en su caminar, sin duda alguna el pastor Cristóbal Ramírez fue uno de esos personajes que cautivo a miles de almas con su sencillez. Creció en uno de los municipios mas pobres de Santa Ana, pero esa condición no fue un impedimento para superarse.

En ese tiempo fue reclutado por el ejercito, indudablemente fueron días difíciles, dado que se requiere tener cualidad física muy altas, sin embargo, el amor por el ejército hizo que el joven Cristóbal Ramírez, superara cada prueba y disciplina que impone la vida militar. Al término de un año logro concluir con éxito el servicio militar, pero el joven Cristóbal Ramírez, deseaba hacer carrera militar, en cambio la incapacidad física no le permitió continuar en razón de su mala visión.  A pesar de estar en el ejercito, nunca olvidó las enseñanzas del evangelio que aprendió en la Iglesia Filadelfia de las Asambleas de Dios en Santa Ana.

Ya que su fe se fortalecía día con día, al grado de sentir un deseo profundo por servir en la obra del Señor Jesucristo, claro que ese deseo genuino surgió de la alimentación espiritual que siempre recibió del Pastor Alberto Salas Barillas, un siervo de Dios que incansablemente predico a tiempo y fuera de tiempo, a pesar de los obstáculos que tenía la Iglesia Evangélica en ese entonces. Es así como el joven Cristóbal Ramírez, decidió escribirse en el Instituto Bíblico Betel de las Asambleas de Dios, en Santa Ana, tiempo en el cual hubo una gran cantidad de dificultades.

Para el año 1954, al tener el pastor Cristóbal Ramírez, un sólido conocimiento de las sagradas escrituras, fue enviado por las autoridades de Asambleas de Dios, como misionero y pastor principiante a «Mira Mar» Metalío, en el Departamento de Sonsonate, fueron días difíciles al abrir una nueva obra. Luego de casi dos años en las misiones, las autoridades de Asambleas de Dios, vieron la entrega con la que el Pastor Ramírez servía, por esa razón lo llamaron para iniciar un nuevo proyecto, fue así como lo enviaron a la Colonia España, en el departamento de Santa Ana.

A fundar una nueva iglesia, que puso por nombre Soar, cuyo significado es renacer en esperanza. En ese contexto conoció a la señorita Luisita Choto, de quien se enamoro de inmediato y no tardo en casarse para fortalecer su ministerio. 

Posteriormente sus jefes le propusieron ir a fundar una nueva iglesia en Ciudad Delgado, es así como dejándolo todo se desplazo con la hermana Luisita, estableciendo la Iglesia Salem, este lugar le trae gratos recuerdos dado que ahí le nacieron cuatro de sus hijos; Noé Israel, Daniel Benjamín, Dina Elizabeth, Moisés Otoniel, y posteriormente nacieron Juan Pedro y Juan Marcos.

Luego fue nombrado Presidente Nacional de Embajadores de Cristo y Decano del Instituto Bíblico Betel Central. Cargo que desempeño con responsabilidad y ética, unos años después se sumo a la visión del Pastor Juan Bueno, desarrollando la Iglesia Centro Evangelistico, y las múltiples iglesias que ahora existen en el Departamento de San Salvador, en ese mismo contexto se fundo el Liceo Reverendo Juan Bueno, con la visión de forjar espíritus nuevos y ayudar a niños de escasos recursos. Así mismo se fundo la Universidad Cristiana de las Asambleas de Dios, cuyo primer presidente fue el pastor Cristóbal Ramírez.

Estando en la cima del éxito, decidió el pastor Cristóbal Ramírez dejar la comodidad de la mega iglesia, y se fue a fundar Aposento Alto a la Colonia Metrópolis en 1990 en ese tiempo un lugar inhóspito, sin luces, ni cámaras, ni reconocimientos, sino el único propósito de llevar almas a los pies del Señor Jesucristo. “Hasta pronto pastor Cristóbal Ramírez, lo recordaremos por su humildad”

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