La gran mayoría de los países asociados a las Naciones Unidas, se reúnen en Lisboa, la capital del Portugal, para hablar acerca del presente y del futuro de nuestros océanos.
Sí, porque ellos son los controladores del clima. Además de toda la vida que se genera en ellos. La conferencia que comienza este lunes 27 de Junio se extiende hasta el 1º de Julio, 2022.
“La Conferencia sobre los Océanos, organizada conjuntamente por los Gobiernos de Kenia y Portugal, llega en un momento crítico en el que el mundo está reforzando sus esfuerzos para movilizar, crear y promover soluciones que permitan alcanzar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible antes de 2030. Como parte de las primeras etapas de la recientemente lanzada Década de Acción para los Objetivos de Desarrollo Sostenible del Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, la Conferencia promoverá una serie de soluciones innovadoras con base científica muy necesarias con el objetivo de iniciar un nuevo capítulo en la acción mundial para los océanos.
El Objetivo 14, adoptado en 2015 como aspecto fundamental de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y su conjunto de 17 objetivos transformadores, subraya la necesidad de conservar y utilizar de manera sostenible los océanos, mares y recursos marinos del planeta.
El progreso del Objetivo 14 está determinado por metas específicas que se centran en una serie de problemas en los océanos, entre los que se incluyen la reducción de la contaminación marina, la protección de los ecosistemas marinos y costeros, la minimización de la acidificación, el fin de la pesca ilegal y la sobrepesca, el aumento de la inversión en conocimiento científico y tecnología marina, y el respeto de las leyes internacionales que llaman al uso seguro y sostenible de los océanos y sus recursos. (Fuente: Naciones Unidas).
¿Estaremos llegando tarde (como en otras cuestiones que afectan la vida del planeta y a los habitantes que viven en él) con estas conferencias que detectan un problema, pero que teorizan y que pareciera que no llegan a decisiones prácticas?
Hace varias décadas que comenzó la contaminación de los océanos. Con las heces fecales de millones habitantes que vaciaban sus cloacas en ríos que desembocan en el mar y que las autoridades y empresas no han sabido reciclar mediante plantas que limpian el agua, antes de enviarla a los mares. Con millones de toneladas de residuos químicos, que empresarios inescrupulosos vaciaban en arroyos, canales (especialmente construidos para ese propósito) y ríos que llevaba sus aguas contaminadas a los océanos. Con el plástico (que alguna vez fue recibido con aplausos porque significaba el “avance” y progreso de la humanidad), que, ahora no solo contamina las aguas y plantas donde se almacena la basura, sino que partido en pequeñas cantidades se aloja en el interior de peces y de seres humanos, además de las toneladas de ese material que flotan en verdaderas islas artificiales que de tamaños gigantescos asombran a curiosos y científicos.
El océano no es solo «los pulmones del planeta», sino también su mayor sumidero de carbono, convirtiéndose así en un amortiguador vital contra los impactos del cambio climático. Es el océano el que alimenta una biodiversidad inimaginable y produce alimentos, empleo, recursos minerales y energéticos por doquier. Sin embargo, la ciencia es clara: el océano se enfrenta a amenazas sin precedentes como resultado de las actividades humanas.
Es curioso, pero el ser humano pasó de ser administrador del planeta, a depredador del mismo contaminándolo todo a su paso. Si el Creador de todo lo existente mirara este planeta, ya no diría que estaba todo bien, como al principio, sino que se horrorizaría al contemplar la caricatura de una imagen que antes era no solamente buena, sino perfecta.
(guillermo.serrano@ideasyvoces)