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viernes, abril 19, 2024

Por sus frutos los conocerás

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Por: José Andrés Hernández / Impulsador del desarrollo humano, económico y social.

Por sus frutos los conocerás (San Mateo 7,16), mensaje de nuestro Señor Jesús que nos permite discernir sobre los criterios para conocer a alguien por sus obras o resultados.

Recientemente han surgido diversos movimientos de salvadoreños, que buscan abrirse espacio en el espectro político nacional, algo que veo con muy buenos ojos, entre más participemos y nos involucremos en la solución de los problemas de país, debería ser más sencillo llegar a los acuerdos de solución. El problema está en que algunas de estas organizaciones no buscan llegar al poder por la consecución del bien común, sino para satisfacer egos e intereses personales, y como una alternativa que les permita de una manera fácil hacer una piñata de los fondos públicos. 

Dentro de la política, hay muchos que cubren sus verdaderas intenciones, como lo hace la historia del lobo con piel de oveja. Que es lo que realmente debe de servir como parámetro para involucrarnos en movimientos políticos. Cualquiera podría pensar con mucha razón, sobre las personas que integran esos colectivos, si son personas temerosas de Dios, si practican valores éticos o cristianos, si han tenido una vida de servicio o se han servido de la vida.

Cuando se ha pertenecido a algún partido político, que ha sido señalado por actos de corrupción, por no haber sido capaz de entender las necesidades del pueblo, por favorecer los intereses privados de pequeños grupos de poder, por haber corrompido la política desde sus cimientos; es necesario que se haga una reflexión muy contundente sobre las ofertas de los llamados movimientos políticos. Que es lo que realmente buscan personas que por décadas han representado colores o ideologías y no el compromiso de transformación de una sociedad más justa, más humana y más equitativa.

No dudo que muchas de las personas que han sido llamados a los diversos movimientos a los que nos referirnos, lo hacen con la mejor intención, especialmente los representantes de algunas comunidades, sin embargo, quienes dirigen dichos movimientos, no lo hacen con la misma vocación de servicio. Es lamentable ver que a través del engaño y falsas expectativas, muchas buenas personas se sintieron atraídos, esperemos que no sea demasiado tarde cuando descubran las intenciones oscuras que hay detrás de los mismos.

Los que nos llamamos cristianos, debemos ser coherentes con nuestras acciones y nuestras omisiones, si bien es cierto el Reino de Dios está en los cielos, es aquí en la tierra donde creamos las condiciones para optar a una vida eterna en la compañía de nuestro creador. Debemos generar las condiciones de justicia social y del bien común aquí en la tierra, eso solo lo podemos lograr por medio de la participación valiente y comprometida del pueblo de Dios en la vida pública de la nación.

Yo invito a las mujeres y hombres temerosos de Dios, que aman a su prójimo, que defienden la vida, la familia, la libertad de educar a nuestros hijos bajo la palabra de Dios a que participemos en la política partidaria o en los movimientos políticos, para que hagamos valer nuestra voz, pero que lo hagamos con responsabilidad, y verificando quienes son realmente los rostros que hoy dan la cara por estos proyectos.

Somos más las personas buenas que los que se esconden bajo un cargo público para buscar intereses mezquinos; Somos más los que queremos un mejor El Salvador que los que buscan seguir en el estancamiento social, económico y ambiental; Somos más los que creemos en los valores de vida cristianos que los que buscan en el odio, la descalificación, el engaño, la codicia y la envidia en una forma de hacer política.    

La verdadera fábrica de empleos se logra precisamente apoyando a nuestro talento nacional, el mejor recurso que tiene El Salvador es nuestro talento humano, que se ha desperdiciado y por eso muchos hermanos salvadoreños emigraron para realizar sus sueños afuera de las fronteras de nuestro país. Ahora es cuando  hay que integrar esfuerzos para generar las mejores condiciones, que les den beneficios reales a nuestros emprendedores, pequeños y medianos, que son los mayores generadores de empleos.

Es deber de todos unirnos y trabajar para que El Salvador se desarrolle y genere las condiciones que nuestros hermanos necesitan, pero que en el pasado se negaron por favorecer intereses mezquinos de minorías que fueron favorecidas con lesgislaciones injustas como los tratados de libre comercio, que dejaron excluidos a los verdaderos emprendedores nacionales. El objetivo debe ser generar condiciones para volver competitivos a los sectores productivos, de lo contrario las esperanzas de avanzar se complican, pues los únicos beneficiados serán las élites que poseen el mercado, afectando en gran manera a los consumidores y a los emprendedores que desean competir con reglas justas.

Como cristianos tenemos que ser propositivos y tener una lucha activa sobre la forma de vida que queremos, debemos de luchar valientemente para proteger nuestro medio ambiente, tenemos que trabajar en generar las condiciones sociales que nos permitan mejores condiciones de bienestar para todos y tenemos que impulsar un nuevo modelo económico, donde la persona desplace al dinero como centro de esa actividad, entonces queda claro que dependiendo de lo que sembremos eso mismo cosecharemos.

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