El apóstol Pablo en su carta que escribe a los corintos hace referencia a diversos elementos que debemos tomar en cuenta para nuestro diario vivir: 1. Los cristianos eran los portadoras del evangelio y representantes del reino de Dios por medio del testimonio, 2. Estaban siendo observados al predicar acerca de Cristo, un mensaje antagónico con el Imperio Romano en cuanto al paganismo, en cuanto a su cultura del mismo, es que Jesucristo quebró la percepción de religión, de fe, de familia, de sociedad, de involucramiento de la mujer. Los cristianos eran un pequeño grupo en el contexto romano que era el imperio, siendo una minoría existía la necesidad que a cualquier lugar que un cristiano se movilizará se convirtiera en la luz para su entorno.
“Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres; siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros…” 2 Corintios 3:2-3.
Al igual que los corintos, para nuestro tiempo es importante tener presente que las personas siempre están atentas y en perpetua observación de nuestras acciones o de nuestras omisiones, de como reaccionamos ante situaciones específicas, porque somos los portadores del mensaje de salvación. La misión de la iglesia es presentar el Reino de Jesucristo, darlo a conocer a toda creatura, esto sin importar el lugar donde Dios nos ubique; El Salvador es el país más pequeño del continente Latinoamericano, pero también es el país con más habitantes por kilómetro cuadrado, por consiguiente también es el país con más evangélicos por kilómetro cuadrado a nivel de continente, esto nos plantea una disyuntiva, pensemos en el anhelo que Pablo expresa, siendo una minoría, su anhelo era que el evangelio fluyera de tal manera que trascendiera de minoría a mayoría, pero no por un deseo numérico sino por un efecto transformador en el individuo, frente nuestra tenemos altas cifras de evangélicos en el país, pero es válido cuestionarnos: si somos cartas leídas, cuando las personas nos miran ¿Encuentran la personalidad de Jesús en nuestras vidas?
En la actualidad nos encontramos con una multigeneraciónevangélica, una cuarta generación de cristianos evangélicos, no se trata solo de enviar, se hace necesario que en cada generación se levanten personas encargadas de transmitir el poder del mensaje de la fe, sin adulterarlo o diluirlo, aún en tiempos donde parece que no importa ser una carta borrosa e ilegible.
El cristiano debe mejorar su testimonio público, privado y mediático, no es posible que estemos publicando pornografía o chistes de doble sentido y al mismo tiempo mensajes con contenido cristiano, el llamado que el apóstol Pablo nos hace es un recordatorio que somos cartas leídas.
El ministerio pastoral puede tener distintas maneras de verse, entre ellas puede tener una connotación publica, trabajando en aristas seculares, o tener una estructura congregacionalmuy bien desarrollada, sin importar una ni otra, la relevancia es que no pierda su esencia de corazón de pastor, esta esencia hace que se tenga una definición de estar cercano a sus ovejas según sus necesidades, les aconseja, exhorta e invita a superar su vida en fe. El rol del pastor nunca cambia sin importar el entorno de acción.
Estamos en la mira, las personas nos observan, somos llamados a ser luz en medio de tinieblas, a ser sal de la tierra, esforcémonos por mantener un buen testimonio, esto implicaperseverancia, esfuerzo, superarnos a nosotros mismos, a veces morir al yo, pero debemos hacerlo por nuestro propio bien, pero también para evitar que otras personas se desilusionen, se alejen, pierdan o nunca lleguen a transitar los caminos de Dios, no hagamos de este tiempo un espacio en el que exista muy poca responsabilidad en este punto¿Qué pasaría si todos los cristianos decimos: ya no vivo yo, más Cristo vive en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios? Es importante establecer qué nivel de testimonio tengo versus qué nivel de testimonio debo tener.
No nos rindamos en la búsqueda de mantener la fe, no retrocedamos ante las presiones, crucifiquemos las pasiones, sigamos las instrucciones bíblicas, alejémonos de los excesos, no demos paso a la idolatría, mejor aún mantengamos viva la esperanza que el esfuerzo de hoy será el resultado del mañana para esta tierra y para la eternidad.
