La Mujer como pilar fundamental de la sociedad
Por: José Andrés Hernández / Impulsador del talento y desarrollo humano, económico y social.
Es muy común últimamente escuchar el termino empoderamiento y
emprendimiento de la mujer. Hay muchos relatos de la biblia a donde se
demuestra las cualidades de las mujeres bíblicas y se menciona que muchas
eran empresarias, emprendedoras, prósperas, capaces e independientes. Un
ejemplo claro es PROVERBIOS 31; en el cual se llama a la mujer como
“MUJER VIRTUOSA”, describiéndola en general como una buena mujer,
buena madre y esposa, comerciante, emprendedora, laboriosa, diligente,
sabia, bondadosa, buena ama de casa y muchas cosas más.
En 1990 cuando falleció mi padre, mi madre a pesar de la circunstancia y
el dolor por haber enviudado, le tocó sacar adelante el emprendimiento
familiar, sin la experiencia, pero con ese espíritu de mujer luchadora,
guerrera y madre que jamás se dio por vencida. Es ahí donde con su ejemplo
puede ver lo fuerte que son las mujeres y así nace mi compromiso, respeto
y solidaridad con ellas.
Durante mucho tiempo he trabajado para impulsar el desarrollo humano,
económico y social de nuestro país El Salvador, que además de ser uno de
los países más pequeños de la región, es un país grande por su gente, por
sus recursos naturales y muchas características más, sin embargo debemos
hacer una profunda reflexión sobre el modelo económico actual y
encaminarlo hacia una visión que ponga en el centro a la gente y no al
sistema que predominó por años del cual muchos emprendedores fuimos
victima sobre todo al momento de la firma del TLC con México, ya que fue
diseñado para una minoría, para argollas de poder económico, sus intereses
mezquinos donde las oportunidades son solo para ellos y no para los
emprendedores, pequeños y medianos soñadores. A diferencia del TLC con
Estados Unidos, que fue transparente y diseñado para fortalecer todos los
sectores sin favoritismos.
En mi día a día visito diferentes comunidades del país y trato de ser
instrumento de Dios y de bendición para nuestros hermanos que más lo
necesitan y que muchas veces se encuentran en situación de vulnerabilidad.
En todas estas visitas me doy cuenta que la verdadera fuerza del país es su
gente y que la verdadera fábrica de empleos es apoyar a los emprendedores.
En estos recorridos por muchas comunidades me he llevado la sorpresa que
un gran porcentaje de la economía local y de este país lo mueven las
mujeres, que son emprendedoras, madres solteras, jefas de hogar y que sin
miedo sacan adelante a sus familias. En cada una de ellas hay un sueño y
una lucha constante de sobrevivencia, por lo tanto, el papel que juegan ellas
en la sociedad es de suma importancia en todos sus ámbitos sean estos
familiares, laborales, políticos, educativos, etc.
Qué pasaría si abrimos más oportunidades a este sector que representa el
54% de la población salvadoreña, el 80% de la población económicamente
activa del sector informal y el 40% del sector formal. Actualmente las
mujeres emprendedoras no cuentan con los incentivos necesarios ni con las
oportunidades reales para hacer crecer su trabajo y su talento; es por eso
que debemos establecer como prioridad que los programas enfocados en
emprendimiento, la ayuda social y las oportunidades de organismos
privados, tengan un enfoque de protección a la mujer y a la familia.
Actualmente existen muchos programas gubernamentales en favor de la
mujer como, por ejemplo: feria de empleos enfocadas a ellas, el plan de
acción de nación digital del ministerio de economía, entre otros. Pero falta
mucho por hacer para garantizarles la igualdad de derechos y
oportunidades de las cuales han sido privadas durante todos estos años.
Concluyo, diciéndoles que seguiré luchando junto a ustedes mujeres
virtuosas, las invito a que descubran sus talentos, sus habilidades,
desarrollen y emprendan cualquier proyecto sabiendo que Dios está de su
lado. Y que, así como un día mi madre fue capaz, ustedes también lo serán.
Es tarea de todos seguir trabajando por un país con más principios y
valores, temerosos de Dios y que sea un centro de oportunidades para el
bien común de todos y así evitar la migración de las manos talentosas y
emprendedoras de nuestro querido El Salvador.
