La gente intencional no espera que las cosas sucedan,
Ellos, provocan su manifestación.
Gente que hace que ocurran milagros, porque sus intenciones de fe, no se limitan.
La gente intencional, sabe de dónde viene, y para donde va.
Planifica su mañana, y se proyecta para su futuro venidero.
Por lo tanto, debes de vivir intencionalmente.
No hagas nada al azar, porque ciertamente provocaras,
cambios significativos.
Siembra con la intención de cosechar, sonríe con la intención de gozar y hacer sonreír a otros.
Cree con la intención de recibir tu milagro, y vive con la intención de existir en ámbitos donde antes no existías.
No creas en las casualidades, ni en las coincidencias. Sino que, vive creyendo en las causalidades y propósitos.
La gente intencional vive, no sobrevive
Vivir sin intenciones de lograr o alcanzar algo, nos reduce a la simpleza del nivel más bajo de existencia.
Cuando no somos intensionales, simplemente estamos entregados en las manos de las circunstancias.
Somos como un punto insignificante en el universo, sin influenciar, afectar ni marcar a nadie.
Amanecer sin intención de nada, es dejar de ser creación y ser criatura.
Es ser un órgano, pero no un organismo.
Es solamente ser una persona, sin llegar a ser un personaje, y mucho menos una personalidad.
Para vivir debemos de tener intenciones de existir.
De lo contrario la vida será una fatiga en vez de una bendición.
Sino vivimos, ¿Para qué sobrevivimos?
Sobrevivir no es divertido, sobrevivir es tener que respirar a la fuerza. Sobrevivir es tener que comer, no desear comer. Es sentir los días largos, y las noches eternas.
Pero sí deseas dejar de sobrevivir, y quieres empezar a vivir.
¡Ya lo comenzaras a hacer!
Porque ya nació una intención en tu corazón. La intención de cambiar, la intención de romper el circulo interminable de la rutina y comenzar a caminar en una aventura emocionante y no en una vereda aburrida.
Dios es un Dios intencional, y sus hijos son como el
Todo lo que Dios hizo, hace y hará es con una intención.
Dios nunca juega a los dados. Dios nunca improvisa. Dios jamás realiza algo sin saber en que terminara. El es un Dios de propósitos, planes e intenciones claras.
Nosotros debemos de imitar eso. Tenemos su ADN. Fuimos creados a su imagen y semejanza. Así que debemos de ser seres intencionales y no criaturas sonámbulas.
Cuando Dios te creo, te creo con una intención. Sabiendo que tú también tendrías intenciones, en cada acción que realices en el mundo donde te puso.
Por lo tanto, cuando ofrendes, ofrenda con una intención. Cuando sirvas, congregues, adores, trabajes, estudies, cocines, leas etc. Hazlo con una intención. Solo asegúrate que esas intenciones sean puras, correctas y buenas.
A partir de allí, la vida tendrá más razón, color y sabor.
Esta noche, acércate a las personas con quien vives, con una intención. Sonríes con una intención. Conversa con ellos, con una intención tan buena, que les haga pasar un momento feliz a tu lado.
Me di cuenta que cuando viví sin intención, no viví sino sobreviví. Ahora le pido a Dios que me ayude a purificar mis intenciones para dejar buenas marcas en los corazones, y buenas huellas en el camino.
