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martes, septiembre 24, 2024

No tan santo como parece

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La noticia no es nueva. Eso de que los “hombres santos” demuestren que no son tan santos, es una realidad con seres humanos con tan pies de barros como los nuestros…

Porque ahora le ha correspondido al que sus adeptos llaman “Su Santidad” el no menos famoso Dalái Lama, lider político y religioso del Tíbet

Nació con el nombre de Lhamo Dhondup, en la provincia de Amdo. A la edad de cinco años, fue proclamado encarnación (tulku) del decimotercer dalái lama fallecido, llevado al palacio de Potala en la capital del Tíbet y oficialmente proclamado decimocuarto dalái lama o líder espiritual. En el budismo, sobre todo dentro de la corriente tántrica, un tulku es un sacerdote o monje que ha escogido conscientemente renacer (reencarnar) al transferir su consciencia, comúnmente muchas veces, para continuar con sus tareas.

Los budistas tibetanos consideran que los dalái lamas son emanaciones de Buda Avalokiteshvara, sin embargo, también creen que el patrono del Tíbet no es un Buda sino un Bodhisattva, y piensan que, tras su muerte, su conciencia sutil tarda un intervalo de cuarenta y nueve días, por lo menos, en conscientemente integrarse de nuevo en un feto y ya desde su nacimiento puede dar señales de su carácter especial.

Sin embargo -y aquí comienza la polémica- El Dalái Lama se ha disculpado después de que circulara un video en que interactúa con un niño, le besa en la boca y luego le pregunta si quiere chuparle la lengua.

En un comunicado publicado en su sitio web oficial, el líder espiritual tibetano dijo querer disculparse ante el niño y su familia «por el daño que pueden haber causado sus palabras».

«Su Santidad a veces bromea con personas que conoce en una forma inocente y juguetona, incluso en público y ante cámaras. Está arrepentido del incidente», dice el comunicado.

El video ha causado críticas generalizadas. Muchos usuarios de las redes sociales lo han calificado de «inapropiado» e «inquietante».

Nosotros, que no criticamos las religiones y sus dogmas o sus líderes, hoy criticamos directa y abiertamente la insinuación pedófila de un anciano que debería mostrar respeto y cuidado ante los niños, a quienes los adultos tenemos el deber de respetar y de cuidar.

Otra cosa: no creemos en los títulos pomposos que algunos seres humanos se dan como “su santidad”, o “su eminencia” o “el vicario de…”, como si esos hombres realmente se la creyeran y no tuvieran las misma necesidades y carencias que tiene el resto de la humanidad.

Alguien que sí sabía lo que decía -de estos, hace unos dos mil años- le contestó a uno que quería llamarle “maestro bueno” que solo había uno que era bueno y aquel era precisamente Dios, el único bueno…

¿No sería conveniente que los santones que pululan hoy le echaran una miradita a esos textos antiguos que enseñan bastante acerca de quien es realmente el ser humano y sus limitaciones naturales, para que se dejaran de tanto título pomposo y fueran hombres comunes y silvestres?

¿Y no sería conveniente que los millones de seguidores y adoradores de otros seres humanos, comenzaran a bajarles de los altares, para que cesara tanta palabrería hueca no que no tiene sentido?

Si esto sucediera, a lo mejor podríamos tener a los niños donde deben estar: en situaciones de cuidado y de respeto. Y también, de paso, podríamos tener a muchos ancianos viviendo su vida de calma y de descanso lejos de provocar daños a seres indefensos.

(Guillermo Serrano en Ideas y Voces)

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