El libro de Job dice que Dios privó de inteligencia al avestruz. (Job 39). Así que, entre todos los animales, se considera como el menos inteligente y carente de sentido común.
Una de las cosas que hace el avestruz es ocultarse de los depredadores de la manera más ingenua.
Ellos corren y meten su cabeza en la arena, dejando todo su cuerpo al descubierto. Pensando que al no ver nada, a el tampoco lo verán. (cosa que es completamente absurda).
Pero tal y como el avestruz, hoy en día muchos piensan que se pueden esconder de Dios, tratando de ocultar su realidad ante los ojos de todos, pero dejando al descubierto su propia conciencia y real condena de sus placeres.
“A donde huiré de tu presencia, si habito en las alturas allí estas tu. Y si viajo a lo profundo del mar, tus ojos me ven”, (Salmos 139).
El que dice que no hay Dios es necio. Y es más ignorante que un avestruz.
Por años satanás y sus métodos han querido engendrar en la mente del hombre, el escapismo, haciéndolo pensar que, con el alcohol, las drogas, estupefacientes e incluso con el suicidio, el alma vagabunda puede huir de la triste realidad.
Pero no es así.
Los ojos de Jehová están sobre todo el mundo, y donde quiera que te encuentres y en la condición que estes, puedes alzar tus manos al fiel creador, entregando tus cargas, penas y angustias para recibir de él una nueva vida.
Así que despojémonos de toda mentalidad de avestruz y reconozcamos siempre, que nada se puede ocultar de los ojos de Dios.
Ahora bien.
Esa mentalidad de avestruz, no solo se trata de quererse ocultar de Dios o de las realidades presentes. Sino también de muchas cosas más.
LA MENTALIDAD DE AVESTRUZ TAMBIEN ES:
Evadir responsabilidades.
Disfrazar el verdadero estado del corazón.
Orar a medias.
Congregar y servir mediocremente.
Ocultarse de los retos y desafíos.
Huir de los conflictos en vez de solucionarlos.
Pasarse la vida metido en el mismo lugar, sin deseo alguno de abandonar la comodidad.
No renunciar a los miedos y complejos.
Sumergirse en la arena de la rutina y tradición.
Ser malos padres (Ya que cuenta la biblia que el avestruz, desampara en la tierra a sus crías y en el polvo, se olvida de sus hijos, sin importarle los depredadores, endureciendo su corazón, y dejando en vano su trabajo materno y paterno) Job 39:13 al 17.
La mentalidad de avestruz también es:
Resistirse a los cambios.
Negarse a hacer cosas nuevas o por primera vez.
Desperdiciar el tiempo en tristezas y depresiones en vez de levantarse y volver a comenzar.
Definitivamente debemos abandonar toda mentalidad de avestruz. Ya que, en más de alguna ocasión, nosotros también hemos empequeñecido nuestras capacidades, subestimando lo que Dios puede hacer a través de nosotros, y lo que nosotros podemos alcanzar en su nombre. Recuerda que, si deseamos sabiduría, se la podemos solicitar a Dios, y él nos la dará. (Santiago 1:5)
Así que, mudemos toda mentalidad de avestruz, y pensemos como las águilas.
