Por: Edwin Góngora
Existe una frase que dice, “Quien pierde un amigo pierde un tesoro”.
Esta quizás es una de las expresiones que se desprende de entre quienes conocieron al Pastor Thomas A. Gibson y que tras su fallecimiento fueron publicadas en redes sociales y hechas llegar a su familia.
Y es que la vida y obra que el pastor Gibson realizó durante más de 40 años desde su Ministerio en Fredericksburg, Virginia, Estados Unidos, fue de servicio pleno en los caminos del Señor. Una obra que fue bastante dirigida al sector latino, lo que le permitió marcar vidas, generar esperanza y restaurar sueños entre quienes por medio de el recibieron palabra de Dios.
Su labor pastoral le permitió visitar en varias ocasiones El Salvador, al entablar una amplia comunicación con el Ministerio Visión de Fe, en Lourdes, departamento de La Libertad, del pastor Rogelio Rivera, quien también ya descansa en su morada celestial.
El pastor Yuri Walberto Martínez de Iglesia Tierra de Bendición, conoció muy de cerca al pastor Gibson, con quien desarrolló una extraordinaria relación de amistad y de mentoría en su formación espiritual.
Dos décadas son testimonio de esta relación, sus platicas y actividades realizadas en conjunto para compartir la palabra de Dios.
En su cuenta de Facebook, el pastor Yuri escribió: “Hoy quedarán los recuerdos de un pastor que cada vez que nos sentábamos siempre me compartía una palabra preventiva y correctiva”.
En su publicación el pastor Yuri agrego: “Cuando nos despedimos la última vez, nuestros corazones sabían perfectamente que posiblemente sería en la eternidad donde volveríamos a vernos”.
El trabajo que desde su Ministerio realizó el pastor Gibson en compañía de su esposa se hizo porque el Señor se los reveló y me lo compartió, añade el pastor Yuri.
“Quienes me conocen saben el grado de amistad, hermandad y paternalismo que existía de parte del pastor Thomas con nuestro hogar”, indica.
La labor del Pastor Thomas A. Gibson queda como un importante legado, legado afirma el pastor Yuri que se puede observar en los pastores de quienes fue su mentor, ya que luchó mucho por la obra pastoral. Además de sumarse al ejército de Dios como evangelista al ir por las naciones predicando su palabra.
Misiones que alcanzaron el nuestro al arribar en varias oportunidades y compartir lo que Dios le regaló para proclamar su nombre y anunciar las buenas nuevas.
“Algo que tenía es que estaba pendiente de cada uno de nosotros como pastores, el pastoreaba pastores prácticamente. Con él fue una relación paternalista éramos muy bueno amigos, básicamente”, concluyó el pastor Martínez.
Hoy oramos por su esposa, la pastora Deborah Gibson y pedimos al Espíritu Santo que le consuele y guarde a la Iglesia que pastoreaban.
Descansa en paz Pastor Thomas A. Gibson.
“Prueben y vean que el Señor es bueno; dichosos los que en él se refugian”.
Salmo 34:8