Por: Edwin Góngora.
67 votos fueron los obtenidos para que el Congreso Nacional Argentino aprobara el pasado 18 de abril la moción de declarar el 31 de octubre como Día Nacional de las Iglesias Evangélicas y Protestantes.
La ruta para que el proyecto lograra el aval del congreso se escribió la semana pasada cuando la iniciativa logró media sanción en la Cámara de Diputados.
Como parte de las consultas fue escuchado el presidente de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina – ACIERA, Pastor Christian Hooft, quien presentó la fundamentación histórica protestante, así como la incidencia que el sector evangélico tiene en este país y lo importante que sería con una fecha específica para recordar sus orígenes, visión y misión.
“Estas comunidades juegan un papel fundamental en la vida espiritual y social de la nación, promoviendo valores como la solidaridad, el amor al prójimo, la justicia, la vida, la libertad y la paz”, destacó en su momento el Pastor Hooft.
Con la aprobación de esta fecha, Argentina inicia a escribir una nueva historia en la comunidad cristiana evangélica.
Estadísticas del 2019 en Argentina revelan que existen más de veinticinco mil iglesias, las que abren sus puertas a más de siete millones de personas que se identifican como evangélicos, de una población que supera los 46 millones.
Tras la aprobación de esta ley en Argentina, La Prensa Cristiana quiso conocer la opinión de algunos pastores salvadoreños.
Nelson Novoa es el Pastor de Iglesia Ancla de Fe, para él, lo aprobado es una “oración contestada”.
El Pastor Nova destaca que esto ratifica cada vez más que el avivamiento que está por llegar viene de Latinoamérica y que Dios ya está estableciendo su gobierno en las naciones.
“Nosotros podemos ver esto con una perspectiva desde afuera, pero el pueblo argentino es un pueblo (el cristiano) que ha venido clamando durante muchos años por ello estoy convencido de que esto es una oración contestada”. Afirma.
Mientras tanto, para el Presidente de la Alianza Evangélica, El Salvador, Doctor Javier Domínguez, la aprobación de esta fecha tiene varias aristas positivas y no tan positivas.
Entre los aspectos positivos, el Doctor Domínguez señala que lo aprobado reafirma la doctrina al ofrecer una plataforma que la enseñe como clave de la gracia, la soberanía de Dios y la autoridad de las Escrituras, que son piedras angulares de la fe reformada.
En su valoración, el Presidente de la Alianza Evangélica. El Salvador menciona la evangelización y el testimonio, aspectos que abren una puerta para la evangelización.
Las iglesias pueden usar esta fecha para realizar eventos, servicios y actividades que no solo celebren su herencia reformada, sino también para alcanzar a aquellos que no conocen el Evangelio, afirma Domínguez.
Reconocimiento y visibilidad al otorgar un reconocimiento oficial a la contribución de la Iglesia Evangélica a la sociedad argentina en diversos ámbitos como la educación, la asistencia social y los valores, son otros aspectos.
A esto se añade el fomento de la unidad y el diálogo.
En los aspectos de riesgo, el Presidente de la Alianza Evangélica destaca la institucionalización de la fe, ya que al reconocerse esta, existe el peligro de que el verdadero significado espiritual del Día de la Reforma se pierda o se diluya por la formalidad y lo ritual. Esto podría llevar a una práctica de la fe que priorice las celebraciones externas sobre la transformación interna del corazón y la mente.
A esto agrega lo que denomina compromiso con la secularización.
Un riesgo inherente en aceptar un reconocimiento estatal, ya que podría percibirse que la iglesia está comprometiendo sus principios al alinearse demasiado estrechamente con las estructuras de poder secular. Esto podría ser visto como una contradicción con el espíritu de la Reforma, que enfatizó la separación entre la iglesia y el estado.
Y finalmente la comercialización y pérdida de esencia espiritual.
Como ocurre con muchas festividades, existe el riesgo de que el verdadero significado del Día Nacional de la Iglesia Evangélica se diluya con el tiempo, convirtiéndose más en una ocasión para actividades comerciales y menos en una celebración de los valores y creencias fundamentales.
Argentina se suma a varios países de América Latina que en sus legislaciones han designado el 31 de octubre como el Día Nacional de las Iglesias evangélicas.