Por: Edwin Góngora
Su camino de servicio al señor lo inicia cuando cumple 14 años.
De ese trayecto recorrido asegura que Dios lo llevó mucho más allá de lo que imaginaba y que la mejor manera de agradecerle es seguir adelante en los años que le queden por vivir.
El pastor Nery Figueroa quien esta al frente de Iglesia Cristiana Hosanna, explica que llevar la responsabilidad de dirigir una congregación no es fácil, pues en medio de su labor los desafíos, alegrías y tristezas se mantienen.
Durante estas cuatro décadas uno de los aspectos que más impactó su vida fue el fallecimiento de su esposa, en el año 2003, con quien convivió casi 30 años juntos.
“Es un momento de quiebre en el que tuvo que decidir si seguía o no, porque uno entra en crisis, como hombre, cuestiona, se enoja con Dios” comparte el pastor Figueroa.
Asegura que ese momento de crisis le sirvió mucho para afirmarse y menciona que Dios le estaba desafiando para decidir qué era lo más importante de su vida. “Mi esposa fue parte vital de mi vida he importantísima, pero descubrí que Dios esta por encima de eso.
No es nada fácil, añade, pero creo que fue una confirmación. Yo amé a mi esposa, pero antes de conocerla a ella conocí al señor”.
Pero las satisfacciones de muchas cosas realizadas también se han asomado durante estos cuarenta años a pesar de las desilusiones, menciona el pastor Nery Figueroa.
Al hacer una proyección de como se ve en 5 a 10 años, confía que su papel será el de mentor de la nueva generación de lideres que se levantará. Fundamentado en uno de sus mayores anhelos, de que su ministerio logre aglutinar a profesionales que al descubrir su potencial lo pongan al servicio de Dios.
Añade que, si bien Dios tiene el control del camino por recorrer, el espera conocer quien será su sustituto, el Josué, que tomará su lugar frente a la congregación que por ahora preside. Además, confía tener la oportunidad de viajar e ir a otras naciones a compartir la palabra y la visión que Dios le regalo.
El compartir sus memorias del trabajo ministerial realizado es otro de los pendientes que espera hacer realidad en los próximo años, de tal manera sumar a su legado.
La plenitud y la felicidad son dos de los aspectos que le acompañan a esta altura de su vida nos asegura el pastor Figueroa, quien junto a su congregación agradecieron a Dios este tiempo.
«Todavía cuento con las energías suficientes para hacer lo que Dios me permita».
De nuestra parte bendecimos su vida y confiamos en el señor que él cumplirá los anhelos de su corazón. ¡¡Felicidades!!