Por: Edwin Góngora
En marzo pasado escribimos una nota que titulamos Haití en Manos de Dios.
Y es que la situación en este país caribeño se venía desbaratando hasta el punto que la anarquía y el crimen realizado por grupos delictivos prácticamente tomó el control.
En estos dos meses después de nuestra publicación, la situación se agudizo aún más y si bien vivir o permanecer en la isla era arriesgado, muchos se quedaron confiados en que la voluntad de Dios de cualquier cosa que viniera sería buena, agradable y perfecta, como lo dice su palabra.
Reportes periodísticos dieron cuenta el fin de semana anterior que la pareja de esposos Davy y Natalie Lloyd fueron atacados por pandillas y brutalmente asesinados.
Ambos misioneros muy jóvenes, de 23 y 21 años respectivamente aseguran quienes les conocieron tener un enorme “amor por Haití” pues desde siempre se identificaron con este país y aseguraron que cuando pudieran servirían a Dios desde esta nación.
Y así lo hicieron.
El informé de lo ocurrido señala que ambos fueron emboscados cuando salían de la iglesia ubicada en Puerto Príncipe la noche del jueves. Se dijo además que fueron golpeados y llevados por varias horas hasta que se supo que habían sido asesinados.
Sin embargo se habló de una tercera víctima, el director de la misión, identificado como Jude Montis, de 45 años. Los tres formaban parte de Missions in Haití, Inc, la cual tiene por objetivo ver que el Evangelio de Cristo marque una diferencia en las vidas de la juventud haitiana.
Dicha fundación es una organización creada y administrada por los padres de Davy Lloyd desde hace más de dos décadas.
Su labor en Haití como misión inicio oficialmente en el año dos mil, con el propósito de poner a Haití en un rumbo diferente, centrando su gestión en la mayor necesidad del país: “sus niños”
Miles de personas están desnutridas, sin educación y encaminadas a una vida sin esperanza, separada de Cristo, por lo que ellos buscaban era ayudarles.
La muerte de estos tres misioneros creo consternación, pues su labor es reconocida en Los Estados Unidos.
El miembro de la Cámara de Representantes de Missouri, Ben Baker, quien era el padre de Natalie escribió en su cuenta de X: “Las palabras parecen vacías en este momento… Nuestros corazones están rotos. Esto es lo más difícil que hemos hecho jamás. Estamos de duelo, pero queremos que se cuente la historia de Davy y Natalie porque merece ser contada”.
Cientos de mensajes inundaron desde que la noticia se supo la cuenta de X manifestando su pésame a la familia y reconociendo ese amor que ambos misioneros tenían por Haití que hasta ofrendaron su vida para buscar mecanismos que permitieran a su población volver la mirada a Cristo y recuperarse como país.
“Este nivel de altruismo es muy raro de ver, especialmente en jóvenes de su edad.
Amaban a Haití, era su corazón”. Apunta otra parte del mensaje colocado en X por el padre de Natalie.
La Biblia nos dice: “Preciosa es a los ojos del Señor la muerte de sus santos” Salmo 116: 15.
La situación bélica aún persiste, lo que nos hace mantener la frase que escribimos hace más de dos meses “Haití en las manos de Dios.