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domingo, septiembre 8, 2024

«No estoy bien» Hablemos sobre prevención del suicidio

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El suicidio es real, es un enemigo silencioso que se mueve entre nosotros.

Incluso en la antigua Grecia de Aristóteles y Platón fue un tema de discusión que se extendió al imperio Romano, pero su abordaje fue desde el punto de vista punitivo y declarado como delito, sancionado con grandes medidas para quien tomara esta decisión, como para su familia.

Al revisar la historia, observamos que el suicidio como tal, fue visto como una enfermedad mental, utilizada por personas que mostraban comportamientos psicológicos y psiquiátricos, anormales, originados según los expertos de entonces por muchas o ninguna causa, pero que claramente inducían a la persona quitarse la vida.

Ya en la época contemporánea el tema tomó otros enfoques, siendo uno de ellos que la enfermedad mental se acompaña en un porcentaje elevado con el suicidio, fundamentado en estudios epidemiológicos que indicaron incluso que algunos olvidan al ser humano y su elección.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que 800 mil personas se suicidan al año, es decir 1 persona cada 40 segundos ó 150 cada hora.

Las estadísticas señalan además que aproximadamente un 80% de los suicidios ocurren en un estado depresivo, sobre todo depresivo mixto y bipolar.

Pero así como lo aborda la parte científica, el tema también encuentra respuesta y razón en lo espiritual. Hay quienes aseguran que un cristiano con ideas suicidas no tiene fortalecida su relación con Dios o existen elementos que bloquean esa relación, mientras que otros aseguran haber escuchado una voz que evitó lo hicieran.

Eva, (nombre ficticio) quien por una decepción amorosa estuvo a punto de clavarse un cuchillo en su vientre, intentando suicidarse y asesinar a su bebe, pues estaba embarazada, asegura que la voz de Dios se lo impidió.

Existen diferentes circunstancias que inducen al suicidio, pero como tal, los abordajes en países como el nuestro aún son pocos y se pierden muchas vidas debido a la falta de conciencia y conocimiento en el abordaje del tema.

“Se trata de salvar vidas y volver la esperanza a las personas”, explica el Pastor Juan Carlos Hasbun, de Iglesia Kemuel.

Actualmente quienes se enfrentan a situaciones como estas se cierran, vuelven privada la situación y no buscan algún tipo de ayuda, lo que al final concluye en un fatal desenlace.

Se debe trabajar en la búsqueda de vías de salida a un problema ancestral que desde el principio de la humanidad se consideró como algo escandaloso, delictivo y denigrante.

Y es que jamás se ha ido en ayuda a la persona, lo que esta podría necesitar en lo anímico, sentimental y espiritual, para que no atreviese la línea que la aleje de este mundo para siempre.

Conocedores del tema aseguran que deben ejecutarse acciones que permitan a quien lo piense no verlo como una salida, esta decisión no solucionara lo que en ese momento busca como respuesta.

El Salvador reporta una tasa de 10.7 personas por cada cien mil habitantes, es decir  700 suicidios al año. Sin embargo, en el 2021 se tuvo un dato de 517 suicidios que brindó El Instituto de Medicina Legal, además señalo el hecho de que de 10 personas que se suicidan 8 son hombres.

¿Cómo abordar la prevención del suicidio desde la raíz?

Todos debemos involucrarnos en temas como este y aprender juntos a reconocer, detectar, hablar, prevenir y evitar que una persona más se quite la vida.

Los valores del Reino de Dios y en su palabra advierte que: «El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir, mientras que él, Jesús: “ha venido para que tengamos vida, y para tenerla en abundancia”, Juan 10:10.  

Se trata de principios fundamentados en el amor, 1Corintios 13: 4 al 8: “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad.Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser”. Todas las personas son importantes para Dios y ese un principio que nunca se debe perder de vista, para sumarse a crear una espiral de demostrar y decirle a los demás lo importante que son, el valor o significado que su vida tiene y con ello incidir en mantener lazos de amor. 

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