No hay ninguna duda, Dios está en el asunto.
La Biblia nos dice en Mateo capítulo 24 verso 35 que “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” Lo que nos da la certeza que en medio de todo lo que existe su “palabra” prevalecerá para siempre.
Mientras tanto el libro de Romanos en el capítulo 10 verso 17 nos dice: “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios”.
Y es que la participación del Pastor Emilio Agüero en la inauguración de la Copa América género “escozor” entre algunos sectores sociales que vieron su intervención como un acto “fuera del Lugar”.
Sin embargo, su presencia en este evento no fue casualidad, sino el hecho de reconocer a Dios como lo fundamental de nuestra vida en todo lo que hagamos.
Poner a Dios primero significa que cumplimos el primer mandamiento de “Amararas al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente” Mateo 22: 37
El pastor Emilio Agüero tuvo un cometido que cumplir en la apertura del torneo y sus palabras lo revelan: “Dios bendiga a América. El mensaje de Cristo sigue vigente hoy en día y él nos llamó a la paz, a la comprensión y el perdón. También nos dijo ‘cree’, porque para aquel que cree, todo es posible.
Lejos de pretender evangelizar a los millones de telespectadores que seguían de cerca la inauguración, solo recordó que estamos totalmente involucrados en nuestra relación con Dios.
Todo lo que tenemos y todo lo que somos se lo dedicamos a Él. No debemos guardamos nada.
Agüero es un reconocido deportista del Paraguay de KickBoxing quien completo 16 peleas sin perder, pero a sus 27 años se retiró para dedicarse al pastorado.
Lo que quizá nunca se había hecho en eventos como este es ponerlo en las manos de Dios. Invitarlo para que su presencia guarde a cada jugador, estadios, dirigentes y seguidores de cada equipo.
Dios incomoda cuando nos recuerda lo que debemos hacer, buscarle siempre. El afán diario de la vida a veces nos desvía de su camino y perdemos su perspectiva.
Cristo siempre se presenta de esta forma a nuestra vida, anunciando quien es y lo que puede hacer en nosotros. Sin embargo la elección sigue siendo nuestra.
Más que un mensaje cristiano que pudo levantar polémica, fue un mensaje esperanzador que nos revela que él nos busca con amor por todos los rincones de la tierra.
El mensaje de Cristo sigue vigente hoy.
“Así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié”. Isaías 55:11.