Desde su fundadora hermana Carmen Elena Fuentes y el primer pastor en funciones, hermano Salomón Portillo Pérez, inicia en 1956 lo que hoy se conoce como Ministerio Príncipe de Paz.
La Prensa Cristiana conversó con el ahora Pastor Nehemías Marroquín, quien nos comparte un poco de historia, legado y de cómo han logrado mantener firme sus principios, casi siete décadas después.
Nacemos el 1 de julio de 1956 como “un regalo de parte de Dios” para quien fuera la fundadora de nuestra misión, quien cumplía años esa misma fecha. Por eso decía que era un regalo para ella.
La primera filial se abre en la plazuela Ayala avenida Guatemala, frente al edificio de Procafe. Aquí inicia a escribirse la historia.
“Nuestra misión se caracteriza desde una labor evangelística en hospitales, centros penales y parques municipales, para lo que dan vida al ministerio conocido como Pan y Palabra”, donde se salía a compartir la palabra y ganar más personas para cristo”. Menciona el pastor Nehemías Marroquín,
Desde entonces fungen como una misión caracterizada por su trabajo de evangelizar de manera avanzada.
Hoy en día con diferentes estrategias de crecimiento como células, Escuela Bíblica, Sociedad Juvenil, grupos de mujeres y consejeros.
Departamentos que han servido para el funcionamiento de la iglesia a nivel general lo que la ha sostenido a través del tiempo.
“Somos una generación que recibió un legado de personas que han estado trabajando antes a nosotros ministerialmente cuando la obra del Ministerio Príncipe de paz era microscópica en el país”.
¿Después de 68 años de qué ha dependido que ustedes se mantengan?
Considero que ha dependido en la formación de nuevos elementos, que nos permite avanzar en la obra del señor.
Es aquí donde nace el legado que deja la fundadora Carmen Elena Fuentes al primer pastor que tuvimos, nuestro hermano Salomón Portillo Pérez, quien formó al siguiente pastor David Marroquín Tejada.
La Hermana Carmen Elena Fuentes termina su función con un legado de 12 filiales. En su lugar llega el pastor Salomón Portillo quien al partir deja un total de 350 filiales.
David Marroquín Tejada asume el pastorado y durante su periodo logra que el número de filiases habilitadas sumen 750, número que se mantiene actualmente.
“El que la iglesia conserve sus principios originales ha sido sustentado en el trabajo realizado con las nuevas generaciones, al buscar siempre que sigan el legado, sostengan la doctrina y respalden siempre y la enseñanza Bíblica desde los púlpitos”
¿Cómo han podido hacer clic con las nuevas generaciones, para que estas no rompan esa identidad, la acepten y compartan?
Creo que el principal problema que ha tenido Latinoamérica con referencia a lo que ha sido el legado, es la falta de identidad que se tiene y es justamente eso lo que trabajamos en Príncipe de Paz.
Nosotros les contamos la historia para que ellos tengan amor por lo que hemos vivido. Así también les enseñamos qué es un legado, dándoles identidad ministerial para que puedan tener una consonancia con lo que un día amaron nuestros antepasados.
Estamos seguros que transmitir identidad en un aspecto eclesiástico, les enseña a sustentar las necesidades a pesar del momento crucial que vivimos y somos atacados en nuestra Fe, en nuestra manera de ser, en nuestro evangelio y hasta en nuestra ortodoxia.
Hemos aprendido a enseñarles que esta es la senda y el camino correcto a seguir, desde el pulpito, los discipulados y en las células juveniles, lo que no has dado un total éxito.
¿A dónde surge iglesia príncipe de Paz?
Príncipe De Paz nace en Guatemala. Surge con el hermano José María Muñoz, conocido como hermano Chema, pero la filial de El Salvador desde el principio es independiente. De hecho al nacer lo hace bajo el nombre de “Luz Cristiana”, pero tres meses después por el acercamiento que la hermana Carmen Mena tenía con el hermano Chema le cambia el nombre.
¿Ustedes Son independientes?
Totalmente. Príncipe de Paz es una organización internacional, en Guatemala tenemos más de tres mil quinientas filiales, al igual que en Argentina, mientras que en Estados Unidos son más de cinco mil filiales.
Pero la única que trabaja muy aparte, porque nacimos siendo autónomas, es Príncipe de Paz El Salvador.
Esa independencia agrega el pastor Nehemías Marroquín, les coloca en una misión que no tiene ayuda del extranjero, además de ser Criolla y no división de otra iglesia.
Agrega que datos antropológicos recabados desde 1956 les identifica que son altamente criollos, formados por la misericordia de Dios y por la visión de una mujer.
¿Ustedes se mantienen en las sendas antiguas?
Aun somos de las pocas misiones en este país que podemos decir que gracias a la infinita misericordia de Dios todavía nos sostenemos en las sendas antiguas, manteniendo nuestro legado doctrinal desde nuestros inicios.
El pastor Nehemías Marroquín confía que de mantener el trabajo, la iglesia seguirá guardando el legado dado por Dios, y desarrollará avances y crecimiento en la obra, ya sea aquí en el país o donde sea necesaria.
Excelente reportaje. Gracias a la Prensa Cristiana por esta reseña. Felicidades a la Misión Evangélica Del Príncipe De Paz, en El Salvador. Y principalmente a la iglesia de San Martin y a su pastor, el Lic. Nehemías Marroquín. Dios siga llevándoles de Gloria en Gloria.