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domingo, septiembre 8, 2024

Fieles al llamado

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Por: Pastor Juan Carlos Hasbun | Iglesia Cristiana Kemuel

En cada generación, Dios ha levantado hombres y mujeres dispuestos a enfrentarse a lo desconocido, a alcanzar lo inesperado, por causa de algo más grande, el llamamiento.

El llamamiento en la teoría puede tener algo de poético, hasta parecer que es una aventura, pero la misión principal es la expansión del reino, existen ministros con un alto desgaste emocional por el día a día.

Cuando se habla acerca del llamamiento, es importante sentar el punto que nadie escogió ser, sino Dios es quien seleccionó, para hacer su voluntad a través del individuo.

Es de suma importancia que el ministro permanezca firme en su llamado, pero esto no es posible sin mantener una relación constante con el Espíritu Santo, pues su acompañamiento hace que se pueda avanzar con el menor desgaste posible, esta relación ministro-Espíritu Santo, debe fortalecerse cada día más, para poder ver a las personas con misericordia, no con enojo, para ver a las personas con gratitud, no con indiferencia.

En la Biblia, específicamente en Romanos, capítulo 11, versículo 29 se expresa: “Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios”, es aquí donde se puede visualizar muchos ministros con sus dones enclaustrados, porque no pudieron mantener equilibrios de vida, los problemas siempre van a pasar, sucede que para el ministro del evangelio es importantísimo aprender a manejar equilibrios entre el servicio a los demás y el renovar fuerzas para sí.

Hay momentos en la vida donde la persona con el llamado lejos de sentir agradecimiento podría percibir indiferencia o crítica y hasta ingratitud en algunas ocasiones, es preponderante que al sentir un desgaste ministerial irreversible aparentemente, se busque el auxilio del Espíritu Santo, pero no solamente hacerlo parte de momentos de emergencia, como ambulancia que llega a casa a socorrer en momento de enfermedad y luego se retira, es necesario hacer que habite el Espíritu Santo en casa, presente cualquier causa delante de Dios, con la confianza que encontrará respuesta, exprese sus estados anímicos a quien le llamó, no a redes sociales, no a colaboradores, no a amistades que traicionan confianza, y pida que sean sanadas en usted todas las heridas que el llamamiento pueda haberle generado, porque, “A la verdad la mies es mucha, más los obreros pocos”, Mateo 9:37. Es un privilegio como obreros ser llamados a trabajar en la mies.

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