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lunes, septiembre 16, 2024

Ese oscuro rincón

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Por: Pr. Pai Otoniel Alvarado | Iglesia Lirios del Valle Central

No fuiste diseñado para esconderte…

La estructura de tu alma, no es compatible con los escondites oscuros, de los sentimientos depresivos que te sofocan.

La soledad, la tristeza y la depresión, no son el estado en el que Dios desea que vivas.

Jesús envió un consolador para ti, un acompañante incondicional en tu existencia diaria. Él es, El espíritu Santo; quien desea sacarte de toda opresión privada, secreta y oculta en la que podrías estar.

Debes de salir del oscuro rincón que pretende robar la luz de tus ojos y la alegría de tu alma.

Identifica hoy, tus rincones oscuros… podrían ser: tristezas, complejos, miedos, temores, malos recuerdos, vicios, adicciones, amarguras e incluso rencores.

Volverás a oxigenar tu corazón si hoy decides salir: de ese oscuro rincón.

Tu vida será distinta, el día en que salgas de la cueva al igual que el profeta Elías.

¿Qué haces aquí Elías?

Esa fue la pregunta que Dios le hizo al profeta arrinconado.

Ese profeta que ordenó que no lloviera, que oró para que volviera a llover, y que también hizo descender fuego del cielo; ahora estaba con miedo, deprimido y arrinconado en la soledad fría de una cueva oscura.

Tenía ganas de morirse, eso fue lo que oró.

Debajo de un enebro se acostó, y a pesar de la comida celestial que un ángel le sirvió, fue de mal en peor.  Lo que pareció una buena ministración, solo fue una pequeña pausa de camino a su rincón.

Quizá nos cueste trabajo entenderlo, pero después de beber del agua de la fuente divina y comer el pan recién horneado del cielo, partió para irse a meter a una cueva.

Y es que a veces necesitamos más que un culto, más que una buena  predicación, y más que una gran ministración.  Necesitamos escuchar el silbo apacible del padre.

Porque tal como a Elías, no hay nada que nos saque de la cueva; ni vientos fuertes, ni terremotos, ni fuegos envolventes. Solo y únicamente el silbo del corazón de Dios.

No podemos resistir tanta ternura.

No podemos ignorar tan sublime llamado.  Una y otra vez seremos atraídos a su presencia con su silbo apacible.

Allí desde ese oscuro rincón donde te encuentras…
a lo lejos se escucha el mismo sonido de amor, que sacó a un profeta deprimido de la peor racha de su vida.

Solo El Espíritu Santo puede conquistarte con delicadeza.

Solo su presencia sabe seducirte otra vez, y conducirte al cumplimiento de tu propósito.  Si no sabes cómo salir de ese oscuro rincón, solo comienza a adorar, y mientras adoras, todas las cadenas se romperán y tu cárcel se abrirá, como le sucedió a Pablo y a Silas.

Nota: Busca a tu padre que está en lo secreto y luego Lee 1 Reyes 19; 1-18; Hechos 16:23-34; Salmos 103:2-5.

[Para más reflexiones, visita nuestro canal en YouTube: Pai Otoniel Alvarado]

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