POR JULY DE SOSA
La enseñanza llena la mente. El entrenamiento forja los hábitos.
Muchos padres olvidan que su capacidad para disciplinar efectivamente a sus hijos, está relacionada con la disciplina personal que ellos mismos posean. Mientras más disciplinado sean mamá y papá más posibilidades tendrán de triunfar disciplinando a sus hijos.
Esto me recuerda a un loro que me regalo mi abuelo diciéndome: Tienes que enseñarle hablar a este loro, ¿cómo voy hacer eso? Pregunte. Entre risas contesto: ¡fácil solo tienes que tener un vocabulario más amplio que el loro!
Es así de fácil para disciplinar a un niño, debes tener más disciplina que él.
A menudo muchos padres les dicen a sus hijos no debes mentir pero sus hijos ven que ellos mienten, no debes hablar palabras mal dichas, y ellos las aprenden de sus padres, no debes de pelear con tus hermanos y viven en medio de los gritos y discusiones de sus padres. Es fácil pasar por alto que los ojos y oídos de nuestros hijos están puestos en nosotros y ellos quieren “ser como nosotros” las niñas quieren ser tan “bellas” como su mamá y los niños quieren ser tan “fuertes” como su papá. De cara a esta realidad es apremiante respondernos estas preguntas: Mamá ¿Que belleza le estas mostrando a tu hija? La belleza física maquillada…O, la belleza que muestra obediencia, humildad, y palabras suaves, reflejo de lo está en tú corazón.
Papá ¿Qué fuerza le enseñas a tú hijo? La fuerza fruto del machismo. O la fuerza de voluntad propia para obedecer a Dios respetando y cuidando de tú esposa e hijos como el tesoro más grande que posees.
Ciertamente con la llegada de un hijo a nuestro hogar, adquirimos la responsabilidad más grande que Dios nos encomienda. Puesto que esos niños crecerán y las bases de principios y valores, las ponemos nosotros sus padres. Esa es la razón por la que debemos preocuparnos por aprender del instructivo de Dios, y luego enseñarles a ellos (Deuteronomio 6:7-9) Para cuando sean hombres y mujeres, de lo que aprendieron ellos también enseñen.
No olvide enseñar con el ejemplo ¡Feliz Semana!