Difundir un mensaje no es tan complicado hacerlo actualmente, pero, allá por los años sesenta, cuando la comunicación iniciaba, hacerlo por la radio tenía que ser bien pensado y fundamentado, de tal manera obtener el alcance esperado.
A seis décadas de que la frecuencia de Radio Progreso abrió señal, hacer un recuento del camino recorrido se vuelve emocionante, sobremanera para los que no vivimos esa época.
Su cumpleaños número 61 es propicio para ello.
En una breve plática con su actual director, Rene Araujo, exploramos lo que para la estación significa llegar a esta edad. Recordar sus inicios, satisfacciones y logros del trabajo realizado.
Rene Araujo tiene ya 24 años de laborar en la radio, 18 de los cuales ha ejercido como director, a la que ingresó como locutor operador.
«61 años es para nosotros la muestra de la gracia de Dios sobre un medio de comunicación que nació con el propósito de marcar la diferencia en el dial de nuestro país, donde en aquel momento no existía contenido cristiano». Señala.
El inicio de Radio Progreso fue con un estilo de corte cultural-educativo, que la música de cuerdas y clásica que sonaba al aire le daba. Pero que a su vez servían para «camuflar» los mensajes del evangelio que se transmitían.
La música era el gancho para que los oyentes escucharan los mensajes Cristocéntricos y los recibieran.
Así transcurre la primera década; luego pasa a ser una estación dirigida a un público joven y para la familia, lo que logra cautivar a muchas generaciones.
Rene nos explica que en los años setenta se abrió la puerta a la producción musical que se genera en otros países y de la que se generaba en el país.
A partir de aquí, la radio toma auge. Éramos la que presentaba nuevos ministerios y música. Era la radio más vanguardista. Por eso la idea de que se llamara Progreso.
De lo clásico a lo juvenil, ¿cómo ocurre eso?
Rene explica que esa transición se dio a mediados de los 90, cuando hubo más demanda de música cristiana y el evangelio ya había penetrado en el país.
«Esto mostraba una audiencia que necesitaba otro tipo de música, pero también mensajes que fueran permanentes. Además, era la única radio que desarrollaba este tipo de tradición, lo que dio paso a que la gente y sobre manera los jóvenes se identificaran».
Si bien en el dial había otras radios identificadas como cristianas, Araujo afirma que la Progreso «era la radio de tradición» que los padres habían escuchado y esta nueva generación escuchaba con otra propuesta: mensajes más contemporáneos al estilo de la juventud de los años noventa.
«Al llegar los dos mil, entran predicadores como Dante Gebel, que marcan a esta generación, lo que modifica mucho la programación e hizo que se mantuviera como una radio cristiana juvenil», siendo la primera en ese formato.
¿Crees que haya otro giro o se mantenga definitivamente con este formato?
No puedo negar ni afirmar eso.
«El Señor va marcando el rumbo de Radio Progreso, desde que inició como radio cultural, luego la radio cristiana referente de una generación que no lo tenía en el dial, para ser hoy la radio de los jóvenes».
Por el momento, su corazón les indica que deben seguir adelante con la programación juvenil familiar.
«Puede que volvamos o no a ser una radio seria o le apostemos a otro formato, pero lo que no cambia es el mensaje al Dios que exaltamos por medio de la programación».
Esto no va a cambiar. El propósito para lo que fuimos fundados y nuestra fe en Cristo Jesús son lo que siempre vamos a proclamar.
Pero a lo largo de estos 22 mil 265 días de vida de la radio, hay quienes han dejado huella al pasar por Radio Progreso.
René menciona al reconocido pastor y misionero norteamericano, fundador de los Liceos Cristianos en El Salvador, reverendo Juan Bueno, quien formó parte de los fundadores y miembro de la junta directiva de la estación por varios años.
De igual manera el Hermano Pablo, formo parte de la junta directiva en los inicios de la estación, además de compartir su mensaje «Un mensaje a la Conciencia» a lo largo de la programación.
Actualmente, la junta directiva es presidida por la licenciada Katya Aldana.
Mientras tanto, Moisés Salazar es mencionado como un ex director destacado.
«Lo recuerdo no solo porque me abrió las puertas; fue alguien que llevó la parte de la radio cristiana a un nivel más profesional, que se escuchara como una estación de corte comercial pero con el contenido claro en lo cristiano».
De locutores tiene en mente a Martín Mayén, quien laboró varios años y luego emigró a Estados Unidos, donde se convirtió en la voz institucional de las cadenas Univisión y Telemundo.
En medio de lo que hoy vivimos, ¿cuáles son los retos que ya enfrentan como radio y de lo que pueda venir?
«Remarco nuestro slogan que tenemos de aniversario, inmutable, de no negociar y mantenernos firmes en nuestras convicciones y que la palabra de Dios sea nuestro fundamento».
René asegura que la radio pudo desviarse y perderse en el camino, cambiando a un segmento más comercial, pero no ha sido así.
«Desde su inicio a la fecha se mantiene con un mismo empuje, el proclamar a Cristo como señor y salvador y comunicar el mensaje del evangelio y si eso ha pasado en estos primeros 60 años, obviamente va a seguir siendo así».
René Araujo asegura que «Dios va a seguir cuidando este medio».
La tecnología la ve como un aliado de expansión, ya que al transmitir por la web y en redes sociales logran un alcance necesario que solo con el dial no lo lograrían.
«Esto sigue siendo el inicio de muchas cosas más que Dios hace y seguirá haciendo con las nuevas generaciones que tomen la batuta y sigan adelante con esta misión». Enfatiza.