El cuarto congreso de Lausana, se realizó este 2024, en Incheon (Corea del Sur) y en su tercer día de desarrollo giró en torno al tema de la Comunidad Misionera: “Para establecer una unidad significativa en el cuerpo de Cristo, debemos trabajar con diligencia para evitar la duplicación, eliminar la competencia y potenciar la colaboración”, indicó en su participación el Obispo Efraim Tendoro, embajador de la Alianza Evangélica Mundial.
Ante esto surge la pregunta ¿Cómo acelerar la misión global? y la respuesta a la misma pasa por la implementación de un enfoque multidimensional destacando, la educación y formación, pensando en capacitar a los líderes y miembros de la iglesia en evangelismo y discipulado, proveyendo recursos como talleres, cursos y materiales que fortalezcan su comprensión y habilidades.
Para este fin el uso de la tecnología se vuelve vital, aprovechando al máximo las redes sociales, la inteligencia artificial y las plataformas digitales para compartir el mensaje del evangelio, creando contenido atractivo y accesible que llegue a diversas audiencias.
Es relevante aprender a trabajar en equipo, fomentando la colaboración entre iglesias y organizaciones. Uniendo esfuerzos para realizar campañas de evangelismo y proyectos comunitarios que pueden aumentar el impacto. Contando con un enfoque en la comunidad, identificando y atendiendo las necesidades de la comunidad local, involucrarse en proyectos de servicio social puede abrir puertas para compartir el evangelio.
Fomentar la oración y espiritualidad, promoviendo un enfoque constante en la oración, pidiendo dirección y poder divino para las iniciativas evangelísticas. Compartiendo testimonios personales, animando a los creyentes a contar sus historias de fe, entendiendo que los testimonios pueden ser una herramienta poderosa para atraer a otros.
Una historia de misioneros en acción
Albania es mediterráneo del sudeste de Europa, en la península balcánica, limita con Grecia, Montenegro, Macedonia del Norte y Serbia, así como con los mares Adriático y Jónico. Según la BBC en el año 2023 el 50% de los habitantes son musulmanes. Aproximadamente el 10% pertenecerían a la comunidad bektashi. El resto de la población religiosa es cristiana, católica u ortodoxa.
En el año 2022, una familia salvadoreña tomo sus maletas rumbo a este país en Europa, para cumplir la misión encomendada de anunciar las buenas nuevas, la misionera Maggie de Santos, su esposo Héctor Santos y sus dos pequeños, Lucia y Gabriel, iniciaron un viaje lleno de sueños y expectativas.
La familia Santos se instaló en Krumë, una ciudad del norte de Albania, según la narrativa de la misionera Maggie luego de un mes, era un lugar en el que no había cristianos, ni iglesia.
“Me he dado cuenta de que el mismo Dios que caminaba conmigo en las calles de mi país, es el mismo Dios que desea que mi familia y yo caminemos en las calles de Krumë , Albania. Él desea mostrar a los albaneses su amor, perdón, identidad y su salvación”, expresó Maggie de Santos.
A través de sus redes sociales los misioneros han compartido algunas de las dificultades a las que se enfrentaron al iniciar esta misión, el estar lejos de las familias en fechas especiales, abrazar una nueva cultura, aprender un nuevo idioma, adaptarse a un nuevo clima.
“El campo misionero transcultural requiere de un periodo de inmersión que es esencial. Así como la integración en nuevo contexto, diferente al de nuestros países de origen. Este periodo no ha sido fácil, conlleva muchos desafíos y un choque cultural que es real”, aseveró Maggie de Santos.
Después de dos años en Albania, surfeando desafíos, la familia poco a poco se sigue adaptando, su círculo de convivencia ha crecido, y lo más importante siguen realizando la gran comisión.
“Si hay algo que admiramos del pueblo albanés es su resiliencia a pesar de las guerras y amenazas de conquista. Sin dejar de lado la preservación de su lengua, tan única en el mundo. Seguimos con el desafío de servir en Has, en el norte del país, mientras continuamos con nuestro aprendizaje del idioma. Gracias a todos aquellos que oran por nosotros y por el pueblo albanés”, compartió el misionero Héctor Santos.
Siempre se debe orar por los misioneros que están en algún lugar del mundo, nunca olvidar que ellos enfrentan desafíos significativos, tanto físicos como espirituales. La oración les proporciona apoyo y fortaleza en su labor. También se debe asumir un rol en la expansión del evangelio, si no es como misionero, como un brazo de apoyo a quienes lo son.
Es importante cultivar una cultura de evangelismo, integrar el evangelismo en la vida cotidiana de la iglesia, haciendo que sea una parte natural y esperada de la comunidad, implementar estas estrategias puede ayudar a acelerar el cumplimiento de la Gran Comisión en cada contexto.
