«Acepto que la Procuradora me dé este reconocimiento, porque al recibirlo sé que viene de Dios y me compromete a seguir trabajando». Esta fue la reacción del doctor Josué Anaya el pasado 16 de diciembre al recibir el «Premio Nacional de Derechos Humanos», que la procuradora otorga anualmente a quienes han contribuido a mejorar las condiciones de la población en cuanto a derechos fundamentales.
«Estaba haciendo algo que no sabía que estaba haciendo: defendiendo la vida», indicó el Dr. Anaya.
Su nominación se debe a una labor de más de 22 años, brindando servicios de salud de manera ad honorem en lugares remotos donde la cobertura nacional no llega.
«Cuando servimos a Dios, lo hacemos al prójimo, y con esta acción defendemos los derechos de las personas, su vida». Añadió el doctor Anaya.
El reconocimiento también fue otorgado a su esposa, la doctora Roxana Sermeño de Anaya, siendo la primera pareja en recibir el premio de manera individual.
«Realmente mi corazón se regocija de gran manera, sabiendo que Dios permite estos reconocimientos. Es agradable que el hombre pueda mostrarnos un momento placentero», destacó.
La labor de los esposos Anaya incluye, además de su trabajo en salud, la fundación de diversos ministerios en El Salvador, entre ellos Iglesia Rey David y Santa Tecla Organizada para Cristo (SANTO).
Se han desarrollado como misioneros en Estados Unidos y son fundadores de la «Diáspora Cristiana en Estados Unidos», constituida por pastores que unen esfuerzos para brindar ayuda a El Salvador.
Los esposos Anaya reconocen que Dios les ha permitido desarrollarse profesional y eclesiásticamente, brindándoles el honor de ser galardonados juntos.
«Uno siente que no ha hecho méritos, pero cuando le dicen que trabajó por esto, lo estimula a continuar, no parar, y nos ratifica el hecho de que hemos aportado algo a la sociedad sin darnos cuenta», destacó la doctora de Anaya.
El evento fue presidido por la procuradora, Dra. Raquel Caballero, y sus procuradores adjuntos. Asistieron además cuerpo diplomático, funcionarios, familiares, amigos e invitados especiales.
«Como Procuradora nos sentimos honrados de recibir a tantas personalidades que han contribuido a promover los derechos humanos y, en el caso de los doctores, a salvar muchas vidas», enfatizó la funcionaria.
La entrega del premio se realizó en el contexto del septuagésimo sexto (76) aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que se conmemora cada diciembre, y del programa de Cultura de Paz que la Procuraduría impulsa.