Justo es la pregunta que hace unos días me hacía, todo como parte de una meditación de la realidad, y una vista al panorama de nuestra sociedad, será que Dios está molesto con El Salvador, muchas veces vinculamos los hechos a nuestras emociones, y cuando nos enfrascamos en la actualidad desconocemos la esperanza y la fe, nuestras acciones a veces opacan la luz, y nuestras palabras nublan el futuro.
No todo es parte de un castigo sino de un proceso, no todo es el final sino la puerta a nuevos comienzos, no todo es de muerte sino para vida, no todo es de derrota sino de victoria, no todo es para amedrentarnos sino para confiar, somos fruto de la historia y cambiarla ha sido delegado en nuestras manos, para que las próximas generaciones no sean fruto de nuestras malas decisiones.
Una tarde de noviembre con muchas presiones encima de diversa índole me pregunté ¿Está Dios molesto conmigo? Todo suena como un análisis en retrospectiva que me permitió ver que una pequeña parte era proceso de Dios con acabados finales, pero otro porcentaje estaba anclado a decisiones tomadas en años anteriores que estaban surtiendo su efecto en el presente, y que a duras penas lo correcto que hoy estoy haciendo dará fruto mañana, ¿castigo? No, resultado de no tomar decisiones drásticas, sabiduría no es entendimiento, conocimiento no es revelación.
¿Y ahora qué hago? Sigue rindiendo buenos frutos porque toda tormenta aunque parezca diluvio pasa, ni un reproche a Dios, muchas veces satanizamos o divinizamos todo debido a que es una válvula de escape, como una auto terapia del no reconocimiento de nuestros actos que da como fruto seguir toda la vida por el mismo camino y obtener los mismos resultados siempre.
Todo esto aplica a todas las esferas de la vida y sociedad, las respuestas han sido dadas a nosotros, se queja del trabajo que tiene ¿Qué hace para cambiar?, se queja de su matrimonio ¿Qué hace para que mejore?, se queja de su familia ¿Qué hace para abonar?, se queja de la violencia en nuestra sociedad ¿Qué actos de paz hacemos?, se queja de las autoridades ¿A caso no es el voto el que los tiene donde están? ¿Qué hace para impactar?, si somos luz debemos brillar, si somos sal debemos dar sabor, si somos cristianos se debe notar; la pasividad y el no afrontar las circunstancias le dan voz y voto no a las mejores mentes si no a los que se atreven a hablar.
No creo que Dios este molesto conmigo por lo que ahora vivo que es el resultado de mis decisiones, creo que podría estar molesto sino no cumplo el propósito para el cual me ha diseñado, y es que dentro del espacio tiempo Dios ha creado una plataforma a través de la cual debo expandir el evangelio, una herramienta para edificar y construir reino, entendimiento para hablar y revelación para actuar.