Basado en Rut 1:6-18
¿Qué situación estás viviendo tú ahora?
Quizás has pasado por una separación, una pérdida, una traición, o estás enfrentando una crisis económica. Tal vez la incertidumbre, el cansancio o el dolor silencioso te han acompañado más tiempo del que esperabas. La verdad es que los problemas no avisan, y muchas veces tampoco terminan del todo. Pero lo que sí puede cambiar es cómo decides enfrentarlos: con fe, con visión y con el corazón puesto en Dios.
Rut también vivió un tiempo así. Perdió a su esposo, su estabilidad, su rumbo. Lo que conocía se desmoronó. Pero cuando Noemí le insistió que regresara a su tierra, ella tomó una decisión que cambió su destino para siempre. No se quedó en el lamento. Con fe y valentía, respondió:
“Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios” (Rut 1:16).
Rut eligió no rendirse. Eligió a Dios. Y eligió avanzar confiando en el propósito que Dios ya había trazado.
En tiempos cuando muchos retroceden, ella avanzó. No tomó el camino más fácil, sino el correcto. Su decisión no solo la posicionó para ser restaurada, sino que aceleró su propósito eterno.
Dios honra la lealtad. Dios respalda las decisiones firmes tomadas con fe. Rut no tenía garantías humanas, pero sí una fe decidida. Fue su entrega, su lealtad y su confianza en Dios lo que la posicionó en el plan eterno. Una extranjera redimida por gracia, porque la fidelidad a Dios nunca queda sin recompensa.
Y tú, mujer, también puedes tomar una decisión que lo cambie todo.
Aunque haya dolor, aunque el futuro parezca incierto, si eliges el camino de la obediencia y la lealtad a Dios, Él sabrá guiarte al lugar correcto.
No te quedes atrapada en el pasado. Avanza con fe hacia el propósito que Dios ya preparó para ti.
Hay algo nuevo delante de ti. Da el paso. Créele.
Levántate, mujer. No es tiempo de lamentar, es tiempo de avanzar.
Camina con fe, con lealtad, con visión. Las decisiones correctas aceleran lo que el cielo ya preparó.
“Tu Dios será mi Dios” —Rut 1:16
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Tomando Mi Nación Mujer
Emma de Cuéllar