Basado en Ester 4:14
¿Cuánto más vas a callar lo que Dios ha puesto en ti?
Tal vez lo sientes muy dentro, pero lo has silenciado. Has enterrado tus talentos, dones y llamado por miedo, por las críticas, por las burlas o por esas voces —a veces internas, a veces de otros— que repiten: “no eres suficiente”. Mientras tanto, dejas pasar las oportunidades y el propósito que Dios diseñó para ti.
Puede que tu llamado sea servir en tu iglesia, predicar Su Palabra, trabajar con niños, levantar a los que están caídos, aconsejar a quien necesita dirección o incluso influir en la sociedad con principios del Reino. Los llamados son diferentes, pero todos son valiosos y dados por Dios. Él no te escogió para competir ni para pisotear, sino para cumplir un propósito eterno que solo tú puedes desarrollar.
Ester pudo haberse escondido en el palacio, segura y en silencio, pero Mardoqueo la confrontó: “¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?” (Ester 4:14). Ella entendió que no se trataba de su comodidad ni de su miedo, sino de la obediencia a un llamado divino que cambiaría la historia.
Quizás sientes que tu llamado es real, pero te haces la sorda. Tal vez piensas que otros lo harían mejor o que tu pasado te descalifica. O permites que las críticas de tu propia familia, hermanos en la fe, amigos o líderes te paralicen. Pero si Dios te llamó, también te capacitó con Su gracia y poder para llevarlo a cabo.
No entierres lo que Dios ha depositado en ti. Hoy es el día de derribar el muro emocional, dejar de callar y levantarte. No dejes que el miedo, el “qué dirán” o la inseguridad te roben tu lugar en el plan divino. Tu identidad ya está marcada por Dios y tu obediencia bendecirá vidas, familias y generaciones.
“¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?”
—Ester 4:14
Emma de Cuéllar
Tomando mi Nacion Mujer 🇸🇻