Por: Edwin Góngora | Periodista
El templo de Iglesia Canaán en Soyapango fue el escenario de la quinta graduación de la Confederación Internacional de Capellanes (CICAP), celebrada el sábado 6 de diciembre, en la que 52 hombres y mujeres recibieron su comisión como capellanes.
Durante la ceremonia, el Reverendo y Brigadier General de CICAP, Pedro Ernesto Alarcón, enfatizó el llamado al servicio desinteresado y al anuncio de la Palabra de Dios: “Solo siguiendo las huellas del servicio que Cristo dejó en su paso por la tierra, cumplirán fielmente su misión”, dijo al nuevo contingente.
La jornada estuvo marcada por diferentes aspectos, entre ellos la intervención del capellán de la Policía Nacional Civil, Donato Escobar, quien citó al apóstol Pablo: “El servicio a los demás es una expresión de amor y libertad, no para aprovecharnos, sino para ayudar con generosidad”.
Luego, recordó la frase: “Quien no vive para servir, no sirve para vivir”, subrayando el mandato de Gálatas 5:13: “Servíos los unos a los otros mediante el amor”.
Escobar destacó que la labor del capellán es voluntaria, guiada por el Espíritu Santo, ajena a todo egoísmo y orientada a aliviar y edificar vidas.
Los nuevos capellanes se comprometieron a fundamentar su ministerio en valores como la solidaridad, la justicia, el respeto, la transparencia, la responsabilidad, el trabajo en equipo, el compromiso social y sobre todo, el amor.

Durante meses, los graduados se formaron en asignaturas orientadas a la asistencia espiritual y humana, con la Biblia como piedra angular de su misión.
Además, durante la graduación, algunos recibieron ascensos a subtenientes.
Ser capellán es abrigar al que sufre, proteger al vulnerable y restaurar la fe mediante la Palabra. Su presencia se extiende a escuelas, cárceles, hospitales y cualquier lugar donde florezca la necesidad de amor y fraternidad.
La mesa de honor que presidió el evento contó con la presencia del Director del Patronato del Cuerpo de Bomberos, Erick Portillo; el Director de La Prensa Cristiana, Luis Medina; el Subdirector de CICAP, Coronel y Doctor Jeffrey Castro; el capellán de la PNC, Donato Escobar; y el Brigadier General y Director Nacional de CICAP, Pedro Ernesto Alarcón.

En representación de los capellanes graduados, el Pastor de Iglesia Canaán de las Asambleas de Dios Mario Granados, destacó a sus compañeros que: “Este es el inicio de un compromiso real en nuestra vida, que nos permitirá llevar y expandir la solidaridad y justicia de Dios a quienes la necesitan”.

La ceremonia marcó también el debut de “Music Band CICAP”, un ministerio de alabanza que proclama el Evangelio mediante cantos de júbilo y adoración, tocando los corazones a todos los presentes en su primera presentación.
Para 2026, CICAP continuará formando capellanes, extendiendo así su manto de consuelo y esperanza a más rincones del país.
Servir no es una tarea más, sino la acción del corazón del discipulado, con gesto de compasión y que cada palabra por decir en el momento justo, sea eco del amor de Cristo.
El Brigadier Pedro Alarcón fue claro a la señal que no busques en este ministerio reconocimiento, sino fidelidad, no proyección personal, sino presencia sanadora.

Porque en el silencio del sufrimiento ajeno, allí está Dios, y allí debe estar un capellán.