En nuestra sociedad existe una notoria cantidad de contenido pornográfico.
No solo los adultos la logran percibir, pues los niños, niñas y jóvenes son invadidos con esta problemática, que se ve en vallas publicitarias, televisión, periódicos, entre otros medios.
A pesar de saber que es algo incongruente que suceda, tampoco hacemos algo para evitar que pase, ni nada para contrarrestar sus efectos; por ejemplo, si vamos de camino con un niño o niña por una carretera y observamos una valla publicitaria con una mujer en bikini, ¿qué pensará el infante? Él por supuesto no entenderá que significa, pero lleva en su mente un referente que vio a una mujer semidesnuda.
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Según el código de autorregulación publicitaria de El Salvador, en el capítulo lll, titulado: Moral, decencia, buenas costumbres y orden. Cita el artículo 9 que dice: “Todo anuncio debe ceñirse a la moral, decencia, buenas costumbres y orden público. Se respetaran los conceptos morales que prevalecen en nuestra sociedad”. Y hace referencia a: La participación de la mujer en las piezas publicitarias en general, deberá respetar la integridad de la misma. El uso de la sensualidad en piezas publicitarias es permitido. Sin embargo, no será permitida la utilización de la imagen de la mujer, aprovechando su físico con el único objetivo de vincular su sexualidad con productos o servicios no relacionados con esta. La publicidad no se apoyara en elementos pornográficos.
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¿Realmente se pone en práctica por las grandes empresas este código?, por la competencia entre ellas y el acaparamiento de tener más que la otra, cruzar la pequeña línea entre la sensualidad permitida y la pornografía se ve como algo “normal”.
“Ínsita a los niños hacer cosas que la Biblia prohíbe, sería bueno poder hacer algo en la Asamblea Legislativa para que ellos puedan crear una legislación; en cuanto a la programación en televisión, se debería respetar la hora en la que se van a trasmitir programas con contenido fuerte, porque ahora en cualquier hora del día pasan este tipo de programas”. Dijo la Pastora Any de Velázquez de Iglesia Rey David.
Por otra parte están los medios de comunicación, a los cuales gran mayoría de la población tiene acceso, la televisión, como medio visual es uno de los más comprometidos a presentar películas o contenido que vaya de acuerdo a lo que manda la ley de medios de comunicaron de El Salvador.
El ministerio de Gobernación de El Salvador, es el encargado de monitorear el contenido que cada canal nacional transmite. El área de Televisión, como parte fundamental de la Dirección de Espectáculos Públicos, Radio y Televisión, tiene como objetivo: “evaluar y monitorear los materiales audiovisuales que se transmiten en los canales de señal abierta del país”, fuente: http://www.gobernacion.gob.sv.
Sin embargo, basta con poner un canal nacional pasadas las 10 p.m., para darse cuenta que muchos de ellos cumplen la ley, pero a medias. Sí bien es cierto, es una hora en la cual solo hay personas adultas y conscientes del contenido que van a sintonizar, pero también hay niños y niñas, que se encuentran con sus padres frente al televisor. Y en el cambio de canales buscando programación adecuada para la familia, se encuentran con escenas que quiérase o no, los infantes también verán.
Al final de cuentas, la regulación que se realiza a cada medio televisivo, ¿será la correcta?, ¿el constante monitoreo está siendo realizado correctamente?, o ¿dependerá únicamente de los padres de familia?