Por: Edgar Lopez Bertrand Jr
Recibí una tarjeta de un banco local y con ello los múltiples privilegios que le ACOMPAÑAN podía sumar puntos, luego canjearlos por premios por mi consumo y muchas cosas mas; lo importante en este proceso consistía en mantener cierto balance de efectivo en las cuentas de dicho banco. Para mi sorpresa en un viaje realizado al extranjero me encontré con un grave problema, la tarjeta no estaba activada por lo tanto toda la información y privilegios eran solo letras sin vida.
Al ver y sostener la tarjeta en mi mano me percaté que tenia una serie de indicaciones para poder activar dicha tarjeta, me pidieron mi nombre, me pidieron mi DUI, me pidieron un numero telefónico para saber si verdaderamente era yo quien sostenía la tarjeta; me sentí protegido y la vez agradado, me sentí cuidado y respaldado, después de sostener esta conversación con los encargados procedieron a activar las funciones múltiples de dicha cuenta incluyendo todos los privilegios mencionados anteriormente fue una experiencia maravillosa, ya podía gozar de todos los beneficios.
En el Cristianismo es igual, tu puedes pertenecer a una iglesia y no estar siendo beneficiado por todas las cosas que el reino de Dios ofrece; estás simplemente presente y no has desarrollado tus dones o llamado de Dios. Para esto será necesario analizar qué está sucediendo en nosotros, qué está limitando la bendición de Dios o sus privilegios compartidos con la creación. Quiero mencionar algunos pasos a seguir para activar las bendiciones que el Reino de Dios tiene para cada uno de sus hijos, inicio citando el texto bíblico de Proverbios capitulo 5:1. Este texto refleja los pasos a seguir para participar de esta bendición.
Proverbios
5:1 Hijo mío, está atento a mi sabiduría, Y a mi inteligencia inclina tu oído,
5:2 Para que guardes consejo,
Y tus labios conserven la ciencia.
Notemos los siguientes pasos para activar el Reino de Dios sobre nosotros:
1 Conversión
2 Atención
3 Sabiduría
4 Inteligencia
5 Consejo
6 Compromiso
Estos seis pasos son la mejor manera de activar el Reino de Dios en nuestras vidas: convertirnos a Dios, poner atención a su palabra, vivir con sabiduría, desarrollar la inteligencia, escuchando consejo, haciendo un compromiso; anímate hoy a conocer todos los privilegios del Reino de Dios para nosotros, y no vivas sin su cobertura donde quiera que estés desarrollado tu vida ministerial, no dejes para última hora el estar seguro que cuentas con el respaldo del Creador y Salvador del Universo.
¡Activa hoy el Reino de Dios en tu vida!