POR JULY DE SOSA
Muchos son los que se llaman seguidores de Cristo (cristianos) pero pocos, los que siguen sus huellas.
Como ya antes lo he mencionado el cristianismo es un estilo de vida, con instrucciones escritas por el arquitecto de la misma, Dios, y modeladas por su hijo Jesús, salvador de los creyentes del evangelio.
A menudo veo personas llamarse cristianos por intereses propios tales como un ascenso laboral, cerrar un negocio, aspiración a un cargo político, “entre otros” pero cuando lo obtienen olvidan las huellas de Jesús, que antes gritaban seguir. He visto a personas muy devotas, ultrajando a su prójimo, por cualquier motivo de poca importancia, a predicadores hablando una cosa desde el púlpito, y practicando otra muy diferente en sus casas, a sacerdotes dándose golpes de pecho frente a sus feligreses, y abusando sexualmente de menores, en su diario vivir. También he escuchado de algunas señoras, de la sociedad creadoras de clubes de beneficencia, con interés propios de ganar fama y dinero. Muchos ejemplos más, sumados a los que usted también conoce. Me hacen considerar, importante el examinarnos, a nosotros mismos, para saber si ciertamente estamos dando pasos en la ruta de las huellas que Jesús dejó, para todo aquel que por voluntad propia decida seguirle. Este auto examen, es fácil de realizar, basta con buscar en cualquiera de los evangelios Mateo, Marcos,Lucas, Juan.
Las instrucciones que Jesús les dio a sus discípulos, y nosotros al igual que ellos debemos cumplir tales como “amarás, al señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu mente, con toda tu alma,y con todas tus fuerzas. Y amarás, a tu prójimo como a ti mismo. Sumado a estos, otros consejos que nos mostraran claramente si estamos siguiendo las huellas de Jesús.
Es apremiante tener presente que el precio de nuestro perdón, fue la sangre de Jesús. Y el precio de llamarnos cristianos es caminar en obediencia siguiendo las huellas de nuestro salvador, para alcanzar así la salvación eterna de nuestras almas.
¡Recuerde! Si usted y yo, caminamos en pos de las huellas de Jesús, sin lugar a dudas dejaremos buena huella en nuestra descendencia.
¡Felices pasos en esta semana!