POR JULY DE SOSA
Cada nuevo día, es una oportunidad para superar el anterior. Aunque en ocasiones el animo a seguir avanzando se debilita, por el hecho de no alcanzar las metas trazadas. Ciertamente es muy frecuente pasar por alto la realidad de que nuestra siembra tendrá su propia cosecha, y esta será de acuerdo, a lo sembrado; “no podemos esperar resultados diferentes, si continuamos haciendo lo mismo”. Es importante tener presente en nuestro pensamiento esto, a la hora de tomar una decisión y ejecutarla. La palabra de Dios declara: Cada uno cosecha lo que siembra. (Gálatas 6:7)
En mi amado país “EL Salvador” este próximo 4 de marzo, se llevaran acabo elecciones de Diputados y Alcaldes, alrededor de este hecho el comentario popular es “ por quien votar” seguido de “ para que votar, si al final es más de lo mismo”. Considero que es hora de poner en practica el cambio de estrategia a seguir, para ver resultados distintos en estas elecciones, en las que muchos consideran, que lo mejor es no emitir el sufragio, a causa de su descontento hacia algunas de las personas que ejercen la política. Lo cierto es que el abstenernos de votar, no es la solución al “problema” y mucho menos el camino hacia ver resultados positivos de cara a la necesidad que tenemos los salvadoreños, del cambio de rumbo y dirección de nuestro amado pulgarcito, tierra de corazones valientes y manos trabajadoras. Considero que lo que permitirá que tengamos resultados diferentes es poner por obra lo que dice la palabra de Dios…Encomienda a Dios tu camino y el hará. Salmo 37:5, Sí Dios no guarda la ciudad en vano vela la guardia. Salmo 127. Sumado a esto debemos recordar que los creyentes en Cristo hemos sido creados para ejecutar buenas obras, y esto incluye nuestro obrar a favor del país en el cual, Dios nos permitió nacer. Todos los creyentes este próximo 4 de marzo, después de acercarnos al trono de gracia pidiendo sabiduría para discernir, entre los aspirantes, a aquellos que temen a Dios, con su corazón y no, con su boca. Para tomar la mejor decisión, y confiados asistamos alegres y con fe que es: “La certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. A participar de nuestro derecho de elegir a nuestras próximas autoridades. Recordando que comete pecado todo aquel que sabe hacer el bien y no lo hace (Santiago 4:17)
Si usted amigo lector, piensa que lo que viene es más de lo mismo, le recuerdo que puede dar su voto de confianza a nuevos rostros y pensamientos, aunque estos no pertenezcan a un partido influyente. Lo cierto es que Dios tiene el poder para usar a los pequeños para avergonzar a los grandes. Con lo anterior no pretendo influir en su preferencia por los aspirantes, pero si, invitarle a que no se quede sin ejercer su derecho a expresar su voluntad, por medio de su voto.
QUE DIOS BENDIGA NUESTROS PENSAMIENTOS Y GUIE NUESTROS HECHOS.