Para poder entrar en materia se hace necesaria la definición de la palabra integridad para tener claridad de su connotación y aplicación.
Según el diccionario Integridad deriva del adjetivo integer, que significa intacto, entero, no tocado o no alcanzado por un mal. Observando las raíces de este adjetivo, este se compone del vocablo in-, que significa no, y otro término de la misma raíz del verbo tangere, que significa tocar o alcanzar, por lo tanto, la integridad es la pureza original y sin contacto o contaminación con un mal o un daño, ya sea físico o moral.
Al exponernos a la lupa de la Biblia, según el salmo 7:8 “Júzgame, oh Jehová, conforme a mi justicia y conforme a mi integridad” encontramos un primer aspecto que se debe destacar según las escrituras y es que el juez justo sopesa la integridad de cada ser humano. Cada día nos enfrentamos a situaciones en las cuales nuestra integridad es puesta a prueba, es común confundir la integridad con honradez, huir de la tentación y aspectos similares, y es que aunque están íntimamente relacionados, los tales solo conforman una parte de todo lo que engloba la integridad, la persona íntegra es aquella que lleva una vida intachable, no solo se refiera a ciertas áreas sino a todo el conjunto de lo que somos.
No contaminarse tiene un precio, como lo tuvo para Daniel y sus 3 amigos, vivir sin tacha incluso puede generar el repudio de toda una sociedad, o el no ser popular, la línea que define lo bueno y lo malo es muy delgada, se puede hacer el 99% de las cosas bien y tan solo el 1% mal, pero ese 1% es suficiente para contaminar, esto debe llevarnos a reflexionar, evaluar y considerar que la lucha por vivir en el marco de la integridad es a diario y sin tregua.
Para el pastor de la Iglesia RIO, Edwin Popó “La integridad nace de entender las consecuencias de no vivirla. Hay cosas que muchos te pueden aprobar Dios No y con el paso del tiempo verás los resultados. Para ser íntegros se necesita ir más allá de la vida de momento y pensar en términos de destino y eternidad” concluye.
Mientras que para el Dr. Josué Anaya pastor de la Iglesia Rey David y presidente de Santa Tecla Organizada para Cristo (SANTO) “Ser íntegros es no tener por donde a uno lo critiquen, no tener por donde ser señalados, la integridad no tiene cambios, desviaciones, como el grano de arroz, como el grano de maíz que no se le ha añadido nada, cuando Dios nos creó, nos creó para bien, pero este mundo está lleno de corrupción y esto se puede ver desde el jardín del Edén donde Adán y Eva prefirieron comer el fruto prohibido, este mundo nos ha enseñado perversión, lo vemos en los medios de comunicación, en las escuelas, en las universidades; desde pequeños en las familias se tiende a enseñar mal, perdemos nuestra integridad, se enseña a mentir “niño si habla dígale que no estoy” que aunque parece una frase inofensiva es una semilla cuyo fruto estará lo más lejos posible de la integridad, y muchas veces se lleva una doble vida, una doble cara, copiar un examen se vuelve practico, cuando hacemos esto dejamos de ser semejanza de Dios y nos alejamos de su diseño, si uno tuviera conciencia que hay una cámara que lo está observando, uno tendría conciencia, se comportara diferente, sí hay alguien que te está viendo, sí hay alguien que te está evaluando y es Dios, y las personas aquí en la tierra están pendientes de nuestro comportamiento, si no se es integro es necesario serlo. Dios es un Dios de restauración y regeneración, el mundo está queriendo ver ejemplos de honestidad, ya está aburrido de ver problemas de corrupción, el principal problema de El Salvador no es la violencia, el principal problema de El Salvador es la corrupción, no solo en la clase política, también se da en los maestros, en los pastores” Expresó el Dr. Anaya.
Es muy importante que tomemos buenas decisiones en nuestra vida cotidiana, en vista de lo anterior planteado por el Dr. Anaya, hace un recordatorio a que la sociedad está cansada de vivir en un mundo de corrupción, de promesas, y desilusiones, es de retomar el sendero correcto para que el evangelio genere el impacto necesario, no convertirse en profesante sino en practicante para extender un testimonio y vidas dignas de imitar. En la Biblia encontramos la más fascinante historia de integridad que ha existido y existirá en la humanidad, que es la guía que debemos tomar al momento de interpretar o querer buscar un parámetro sobre el cual regirse en la vida diaria: Jesús.