Las parejas de novios contraen nupcias con la idea de que su amor será para siempre, creyendo que la relación de pareja continuara de la misma forma después de las nupcias. Esta creencia es la ideal y es lo que se espera, pero desafortunadamente muchas veces esto no sucede, ya que vivir en matrimonio es un reto diario, y dependerá de los dos poder enfrentar las responsabilidades de la familia, unidos, en armonía desde su role bíblico.
En la palabra encontramos “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer y no se avergonzaban, Génesis 2: 24 -25
Para vivir en una sola carne, la pareja necesita aprender:
- Que después de Dios, su conyugue debe ser su prioridad: algunas personas hacen su prioridad el trabajo, los hijos, los padres, los amigos, inclusive hasta el deporte.
Cuando estamos en una sola carne, debemos aprender a vivir en el camino que Jesús nos indico, los hombres como sacerdotes de su hogar y las mujeres como ayuda idónea.
Examinemos lo que significa, el sacerdote del hogar toma las decisiones finales, por supuesto que escuchando a su esposa, más esta no debe insistir en lo que ella cree conveniente o quiere, sino que expresa su opinión y permite que su esposo ore y tome las decisiones finales.
La esposa es la ayuda idónea, es el complemento y compañera de su esposo, en la que él puede confiar, reposar y apoyarse. La mujer debe aprender a ser sabia, juiciosa, dejar de ser niña y convertirse en adulta. Recuerden que la mujer tiene gran influencia sobre su esposo, desde los primeros tiempos, la mujer sabia edifica su hogar.
- Conquista diaria: la conquista no debe de cesar al contraer nupcias, sino todo lo contrario, se debe intensificar de tal forma, que ambos recuerden a diario los motivos por los cuales se enamoraron, por su dulzura, por su protección, por su delicadeza, por sus atenciones, por su buen humor, por sus principios y valores, etc.
Si tu conyugue es tu prioridad, no te será difícil conquistarlo a diario, ya que te centraras en hacerlo feliz, satisfaciendo sus necesidades emocionales y físicas.
- Unidad: y si eres mi prioridad y te conquisto a diario, aprenderemos a vivir en unidad, velando el uno por el otro; tu felicidad es mi felicidad; tus logros son mis logros; tus ingresos son los míos; tu cuerpo es mi cuerpo; tu placer es el mío; tus tristezas, enojos, frustraciones son las mías; tu deseo sexual es el mío; te amo como me amo a mí mismo.
- Transparencia: y si somos una unidad, somos transparentes el uno con el otro, y como la palabra dice no nos avergonzamos por nuestros errores, defectos o fracasos, porque en ti encuentro un amor incondicional. No escondemos ingresos ni egresos, no nos faltamos al respeto ni verbal, ni física ni emocionalmente. Y nos expresamos claramente lo que sentimos y necesitamos.
“Imagina una nueva historia en tu vida, ponle toda la fuerza de tu corazón, una actitud positiva y será tu historia”.
Puedes escribir tu caso al correo concamarena@laprensacristiana.com , e iré dando respuesta a cada uno de los casos en esta sección, reservando el nombre del emisor.
Dios te bendiga.
Camarena.