Soy una joven de 24 años y hasta hace unos meses mi vida no era complicada, no tenía mas preocupaciones que mi estudio y mi trabajo, con el apoyo de mi familia y en aquel entonces; mi novio, con el cual llevaba mas de tres años de relación. Él, una persona amable, cariñoso, atento, todo un caballero, hasta que llegó el día que el tuvo que trabajar y entonces al término de un mes, él cambió totalmente, las razones de su cambio: estaba aburrido de lo mismo conmigo. Debo reconocer que ambos nos equivocamos, nos hicimos daño, pues a pesar de lo bueno que tenía, sus defectos: los celos, la prohibición de la forma de vestir, del maquillaje, del cabello arreglado y en mi afán de no querer apegarme a sus deseos (pues no tenía derecho aún) discutíamos constantemente.
Ahora que él no esta, lamento no haber dejado pasar esas cosas, sé que no debería pero, siento que perdí a una persona valiosa por vanidades de la vida y ese sentimiento de culpa de no haberlo tolerado me acecha.
Querida lectora:
Justamente tienes una edad en la que puedes conocer diferentes personas (hombres y mujeres) e identificar con qué características de personalidad eres más compatible, tanto para establecer una relación de amistad o de pareja.
No te lamentes de lo que pudo ser, mejor aprovecha la situación para aprender. En el noviazgo podemos tener una vaga idea de cómo será la relación en el matrimonio, y si el novio te empieza a prohibir o criticar ciertos aspectos de tu imagen física o arreglo, a celarte sin motivos, ya te podrás imaginar cómo será después, muy seguramente un tormento para ambos.
Trata de identificar el aprendizaje que has tenido en esta relación y suéltala, déjala ir. No idealices las cualidades del chico. Debes de ser objetiva e identificar también sus defectos, los cuales iban a ser motivos continuos de conflicto.
Ya vendrá una persona sana en tu vida, tan solo espera. Disfruta de tu juventud, de tu familia, prepárate, se constante y esfuérzate. Verás que vivirás con optimismo.
“Imagina una nueva historia en tu vida, ponle toda la fuerza de tu corazón, una actitud positiva y será tu historia”.
Puedes escribir tu caso al correo concamarena@laprensacristiana.com , e iré dando respuesta a cada uno de los casos en esta sección, reservando el nombre del emisor.
Dios te bendiga.
Camarena.