Por: Erika Menjivar
La juventud salvadoreña se enfrenta a barreras de atención fuertes en la actualidad, esto, por la era tecnológica en la que se vive a nivel mundial. Son varios los factores que pueden interferir entre un joven y su comunicación con Dios, estos pueden ser tecnológicos, emocionales o circunstanciales.
El pastor de jóvenes, Uri Mejía de Iglesia Buenas Nuevas Internacionales AD, comenta que en las sagradas escrituras se puede encontrar que no hay cosa que puede alejar a alguien de Dios, que el problema es cuando los jóvenes no conocen ni tienen temor a él. “Considero que hoy en día hay mayor facilidad, mayor acceso para que nuestros jóvenes enfríen su corazón a Dios, para que ellos pierdan su principal enfoque por la tecnología”
Según estudios, en promedio, un joven tienen al menos dos redes sociales, y en ocasiones es alarmante el pensar en que los jóvenes invierten más tiempo de lo debido y que con el paso del tiempo empiezan no solo a descuidar las cosas con Dios, sino también sus estudios, su trabajo y hasta su familia.
“La tecnología no es el problema, el problema es el mal uso que le damos. Es decir, yo soy espiritual, le sirvo a Dios, tengo comunión con él, pero si yo me meto a internet y de repente sin querer le doy click a una página indebida y me da curiosidad de seguir viendo, ya caí en la trampa y arruiné en un segundo mi comunión con Dios”, expresa el pastor Uri. Asegura que el camino puede ser difícil, pero la satisfacción de cuando un joven tiene convicción y es firme, es algo inigualable.
También menciona un versículo de la Biblia que dice: “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo y huirá de vosotros. Acercaos a Dios y él se acercará a vosotros”, Santiago 4:7-8. Dice que de alguna u otra forma la tecnología es una distracción adictiva, al punto de mantener la atención del joven a ver cuántas interacciones tiene su publicación en redes sociales, que debe subir frases o fotografías todos los días para que sus amigos estén pendientes de su estado de ánimo. Y el tiempo que puede ser invertido en hacer un pequeño devocional por las mañanas, leer la Biblia, hacer una oración, es sustituido por revisar las redes sociales y que la vida espiritual del joven cada vez se va haciendo más débil.
El pastor Mejía, asegura que hay medidas que se pueden tomar dentro de la iglesia para evitar que la vida espiritual de los jóvenes se debilite y son los siguientes: El desarrollo de estos temas con mayor frecuencia en las iglesias, los líderes juveniles deben tomar mayor compromiso y enseñarle a los jóvenes de un buen uso de las redes sociales, hacerles conciencia a los jóvenes que todo tiene su tiempo
Mientras que, las recomendaciones para los jóvenes son: hacerse una autoexaminación, que escudriñen su corazón, que se tomen un tiempo a solas y mediten qué es lo que lo está distanciando de Dios, si se dan cuenta que tienen hábitos que no son agradables ante los ojos de Dios, lo correcto es acercarse a su líder local para que le oriente y ore por él, si hay hábitos que no son gratos para Dios, pero si el joven está consciente que puede sobrellevarlo, basta con pedirle perdón a Dios y tomar las medidas pertinentes para no fallar.