Por: Leonor Aquino y Noé Villatoro
Tabernáculo Bíblico Bautista Amigos de Israel Central, tiene un ministerio denominado “Ministerio de Bartolinas”, es una de las muchas labores que esta iglesia realiza.
Este ministerio está constituido por 55 personas, todas van a distintas delegaciones de San Salvador, a las cuales llevan Palabra y oración; donde solo disponen de 15 minutos para predicar y orar, y entregar la bolsita de misericordia, las cuales contienen un tratado del plan de salvación escrito, una galleta y dulces, que de acuerdo con lo que el pastor David Borja expresa, es lo que los muchachos necesitan. Pues, una galleta puede cambiar la sonrisa.
«Antes que nada, nosotros nos damos cuenta que en estos lugares lo que se necesita es el respaldo de Dios, porque sin él no te darían permiso. Hay mucha gente que nos ha tratado de tapar el camino para no poder entrar, pero con la bendición de Dios siempre se hace. Hace poco nosotros hicimos una piñata para los hijos de los presos, eso fue en Conchalío, nunca voy a olvidar esto porque fue algo que Dios nos puso, estar trabajando con los presos, con las madres de ellos, y fue impactante porque reunimos casi alrededor de 300 niños, señaló el pastor David.
Según el pastor Borja, el ministerio tiene sus visitas los días miércoles, jueves y domingo, tres días a la semana, donde disponen de 30 minutos. Cada delegación es como un patio que consta de cinco celdas y allí se predica en cada celda.
Comenta que lo más duro que pueden enfrentar estas personas dentro de ese lugar es el remordimiento de haber hecho lo que hicieron, según el ministro, hay muchos que están allí por drogas o por que le quitaron la vida a alguien.
Aseguró que todos los triunfos obtenidos hasta el momento, han sido por mano de Dios, y depende del grado de transformación que hay en ellos. No obstante, la tarea no ha sido fácil, pues dentro de algunos todavía reina la rebeldía, el odio y hay muchos que juegan bastante con la brujería.
El mensaje que el pastor Borja envía, es que deje la crítica destructiva de lado y que como iglesia se sienta la pasión, por lo que el Señor Jesucristo pagó el precio, que sientan la necesidades que hay en las calles, ya que hay muchos niños, jóvenes, muchas jovencitas que han dejado a medias todos sus sueños por las cosas que están pasando en sus hogares, que las iglesias piensen más en llegar a los hogares de sus congregaciones. «Yo creo que es necesario que la palabra primero dé el impacto en la iglesia para que la iglesia de impacto fuera», recalcó el ministro.