Carlos Navas / Pastor de Jóvenes Iglesia Del Camino
Terminó nuestra reunión en Juventud Sion y un joven de unos 17 años se me acercó para hacerme una pregunta: – “¿Qué hago para no tener miedo?” – WOWWWWW Qué pregunta… lo que hice fue contarle esta historia: Estábamos en las calles de una ciudad muy popular de los Estados Unidos, un hombre tenía una enorme pitón albina en su cuello, su negocio era cobrar por tomarte una foto con su extravagante mascota. Ehhh … ¿No sabes que es una pitón albina? Se trata de una culebra gigante, metete a Google y las conocerás. En fin, yo les tenía pavor a las culebras, no las podía ver ni siquiera en fotografía o la televisión, y peor en vivo. No creas que era algo simple, era un pavor aterrorizante a las culebras. Pero esa noche el asunto era más complicado, mi esposa estaba conmigo y me dijo: – “Creo que puedes tocar esa culebra, estoy segura que te atreves a hacerlo”- …. QUEEEEE!!!!!… ¿es en serio?… tengo frente a mi a uno de los peores alteradores de mis nervios y mi esposa me dice: “… creo que si te atreves hacerlo”… no tienes idea de todo lo que pasó por mi mente en los siguientes 15 segundos, estaba dispuesto a llevarla de “shopping” donde fuera con presupuesto libre antes de estar cerca de aquel animal. Finalmente me sentí obligado a decir que “Siii”… nos acercamos, pregunté si podía tocar a aquel monumento al terror, y este individuo con sonrisa perversa contestó: “Siiiii”. Acerqué mi mano lentamente, muy lentamente, el animal se movió y yo salté 3 metros atrás. Me acerqué más, mis manos sudaban y cierto temblor era evidente, la sonrisa maquiavélica del dueño de la pitón la sentía en el alma…. Acerqué la mano…. más…. más …. más…. y ….. y….. y…. Siiiiii… la toqué, comencé a deslizar mi mano por aquella piel fría y húmeda… uuushhh…. Se movía lento y terrorífico, pero yo seguía deslizando mi mano y la historia termina aquí. Sabes algo, desde ese día el terror a las culebras desapareció, no digo que tengo una culebra de mascota, pero todo aquel pavor se disipó y ahora al menos ya puedo verlas, aquí está la lección que quería compartir con aquel chico: “Los valientes no nacen, se hacen enfrentando sus temores”.
¿Tienes miedo? Es normal y de alguna manera necesario, pero nunca dejes que el miedo esclavice tu vida y te paralice. Podrías dejar de disfrutar muchas satisfacciones y alegrías porque estas atado al miedo. Habla, escribe, manda ese correo, emprende, etc. El diccionario dice que el temor es una sensación de desconfianza, y eso suena a “anti- fe”, desconfianza es opuesto a confianza… es decir: FE. No dejes que el temor domine tu vida, tu misión es tan valiosa que no puedes dejar que el temor la eche a perder. Eso le dijo Dios a Josué: “…. No tengas miedo….” Jos. 1:9. La misión de Josué era muy importante y el miedo no podía estropearla. Vive sin límites, VIVE SIN TEMOR.
“Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza” Sal. 56:3 NVI.
El antídoto para el temor es la FE en Dios.