Por: pastor Mario Vega, Misión Cristiana Elim
El proceso de diálogo que comenzó con el trabajo del enviado especial del Secretario General de la Naciones Unidas, señor Benito Andión, entró a una segunda etapa con la formación del Grupo de Apoyo al Diálogo Político. Los miembros del grupo fueron seleccionados como representativos de sectores sociales como el profesional, el académico, la empresa y el religioso. Cada uno con su respectiva visión de la vida que le dieron al Grupo de Apoyo al Diálogo una pluralidad connatural, la cual, era comprensible si lo que se pretende es ponerse de acuerdo sobre intereses de nación que deben pasar por el debido consenso partidario. El mismo principio de pluralidad es el que se garantiza al dar participación igualitaria a los partidos políticos con representación en la Asamblea Legislativa.
Por definición un partido político es la expresión de una visión y de unos intereses muy propios en oposición a la visión de los demás. No obstante, la construcción de acuerdos es posible dado el reconocimiento de las dificultades y puntos muertos adonde llegan ciertas discusiones de elementos que resultan esenciales para el bienestar de los ciudadanos.
Por más de un año el proceso se realizó con bastante confidencialidad pues ningún diálogo que se realice públicamente puede ser reputado como serio.
A pesar de informaciones inexactas que circularon en cuanto al proceso y de que más de una treintena de expertos se involucraron en la elaboración de las propuestas temáticas priorizadas se logró conservar el sigilo suficiente como para lograr la suscripción de los documentos de compromiso, la metodología del proceso, el código de conducta y el convenio de confidencialidad sin que el proceso se utilizase para el proselitismo electoral. Ya instalado el diálogo se abordarán los contenidos de los cinco grandes temas seleccionados.
Esa selección se realizó usando el criterio de aquellos temas considerados esenciales para el país y que requieren de acuerdos políticos entre partidos para su implementación. La primera gran área es la de seguridad, la cual, se comprende como una condición de conflictividad social de naturaleza excepcional y de raíces estructurales que debe ser atendida de manera también excepcional e integral.
La segunda es relativa al crecimiento económico, el desarrollo social y las finanzas públicas. La tercera se enfoca en el fortalecimiento y modernización del sistema democrático. La cuarta área desarrolla el tema de un rediseño de la educación para la productividad, la tolerancia y la ciudadanía. Finalmente, la quinta tratará sobre un sistema de salud público digno, integral y universal.
Los acuerdos no pretenden resolver todos los problemas que los salvadoreños afrontamos, pero sí buscan enfocarse en aquellos que resultan más urgentes para elaborar metas inter partidarias, de mediano y largo plazo, que se conviertan en acuerdos de nación que vayan más allá de los períodos de gobierno y trasciendan la alternancia en el poder. Todo ello solamente será posible en la medida en que los ciudadanos nos interesemos y nos apropiemos de los compromisos que los partidos políticos vayan asumiendo en el camino. La participación que se ha requerido de docenas de ciudadanos en sus áreas de conocimiento ha sido voluntariosa y muy productiva. Es la misma voluntariedad que se espera de la ciudadanía, destinataria de los beneficios que se procuran.