En aras de contribuir a la reflexión que estamos haciendo de cara a las elecciones presidenciales que se avecinan y tomando en cuenta el momento coyuntural que vivimos como país, quiero proponer cinco características a tomar en cuenta al momento de decidir por nuestro futuro presidente:
- HONORABILIDAD. Debemos considerar la trayectoria de nuestro futuro presidente y buscar la de aquella persona que muestre una trayectoria honorable. Qué disponga de la formación de carácter que le haga cumplir con sus deberes hacia los demás y hacia sí mismo.
- INCORRUPTIBILIDAD. Dado los casos de corrupción que recientemente han sido ventilados con la opinión pública y abonado a ello que los recursos del estado deben ser administrados para el bien de toda la población; es imperativo un presidente que trabaja por la transparencia y que soporte el escrutinio de todas las instituciones destinadas a tal fin. (Además que se requiere del profesionalismo de cada una de esas instancias).
- VISIÓN DE FUTURO. Nuestro país enfrenta situaciones que requieren una planeación estratégica a largo plazo: El endeudamiento, la falta de crecimiento sostenible, la dignificación de la vida y el trabajo entre otros. Si la visión del futuro presidente solamente es para los próximos cinco años o peor aún, solamente para ganar las elecciones, eso no ayuda a este fin.
- VISIÓN DE NACIÓN. La persona que nos gobierne debe tener la capacidad de gobernar para todos, no solamente el discurso. Se trata de dirigir a todo El Salvador y desde esa perspectiva debe tener la capacidad de desligarse de sus propios intereses o de los intereses de otros. ¿Tenemos algún candidato que tenga esta cualidad?
- CAPACIDAD DE DIÁLOGO, COHESIÓN Y TRABAJO EN EQUIPO. Nos ha tocado vivir en una sociedad pluralista, lo qué implica que tenemos diversidad de criterios y pensamientos. ¿Podemos convivir en la diversidad? Creemos que sí, pero para ello se requiere la capacidad de establecer un diálogo abierto, comprometido y cohesionador de los diferentes actores sociales.
Finalmente, solo me resta preguntar: ¿Tenemos algún candidato con estas características? ¿Cuáles de estas características pueden ser aprendidas? ¿Cuáles de ellas deberían ser ya evidentes en el futuro presidente?