El orgullo no solo hace daño a quien lo padece sino también a quienes lo rodean, este sentimiento además de privarnos de vivir en armonía, nos imposibilita acercarnos a Dios. Porque escrito está… “Jehová es excelso, y atiende al humilde. Mas al altivo mira de lejos”. La persona orgullosa, sufre de soledad Porque pocos gustan estar al lado de una persona altiva y soberbia.
El orgullo deja a su paso hogares desintegrados, personas desempleadas, familias enemistadas, personas solitarias y vacías, etc.
Considero que lo mas dañino de todo es la mentira concebida por quienes dan rienda suelta al orgullo; referente a esto el libro de Gálatas dice: El que se cree ser algo no siendo nada asimismo se engaña. Nada mas perjudicial para nosotros que creer las mentiras que nos presenta nuestro propio razonamiento. Antes de atender el consejo de Dios “No seas sabio en tu propia opinión”. Aunque todos sufrimos de orgullo en diferentes escalas, hay quienes pasan de lo normal a lo perjudicial, al decir normal me refiero al orgullo producto de un éxito alcanzado, del reporte de calificaciones “A” de nuestros hijos, o a la intención de vivir de acuerdo a nuestros, valores, etc. Este tipo de orgullo forma parte de la satisfacción que brindan los diferentes logros alcanzados por el esfuerzo gastado en el camino. Propio de las personas que han aprendido a disfrutar del proceso como del suceso.
El orgulloso a gran escala anticipa grandes fracasos, a causa de que en su pensamiento prevalece el creer que no tienen nada que perder, gracias a que se enaltece a lo sumo a si mismo.
Con lo anterior podemos decir que existe el orgullo malo y el positivo el orgullo malo es aquel que lleva a la persona a quedar sola por no valorar lo que tienen sintiéndose superior a todos.
Y el orgullo positivo es aquel que nos impulsa a seguir esforzándonos por más, por los logros alcanzados.
Gracias a que Dios nos creó y conoce las debilidades de nuestra humanidad, existe antídoto para el orgullo dañino. “La humildad”
Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra, más con los humildes esta la sabiduría Proverbios 11:2. Mejor es humillar el espíritu con los humildes, que repartir despojos con los soberbios Proverbios 16:19.
¡Paz y Bien para todos!