Todos tenemos en nuestros grupos juveniles uno o varios adolescentes que en realidad, NO QUISIÉRAMOS TENER. Sin embargo, debemos entender que la Iglesia existe para todo tipo de personas, incluso aquellas, con problemas de conducta.
Los problemas de conducta se presentan por varias razones: Violencia intrafamiliar, abuso sexual, maltrato físico, depresión y otros casos similares. En todos estos casos, el líder de jóvenes debe tener la suficiente capacidad para NO JUZGAR A UN ADOLESCENTE POR SU MALA CONDUCTA SIN ANTES CONOCER LA CAUSA DE SU COMPORTAMIENTO.
¿QUE DEBE ENCONTRAR UN ADOLESCENTE CON MALA CONDUCTA EN SU LÍDER?
PRIMERO. Inclusión. Cuando excluyes a un adolescente del grupo por su mala conducta, solamente estas fortaleciendo su mal comportamiento. Asígnale una responsabilidad. Puedes iniciar con una actividad pequeña y supervísale. Cuando la supere, asígnale otra de mayor categoría. Los mayores lideres puedes encontrarlos en ese grupo de jóvenes que te quitan el sueño.
SEGUNDO. Comprensión. Todo efecto tiene una causa. No es correcto que un adolescente llegue a la iglesia y reciba gritos y regaños cuando ese es su contexto en casa. ¿QUE DIFERENCIA ENCUENTRA? Si bien es cierto, sus comportamientos no son correctos, el líder de jóvenes debe comprender el porqué de su conducta. Lastimosamente, la mayoría de líderes de jóvenes ven en sus grupos solamente un número más y no una persona que necesita ser conocida.
TERCERO: Formación. Un adolescente es capaz de todo. Incluso, es capaz de ser insertado en procesos serios de formación integral. Todo líder de jóvenes debe influir en un adolescente complicado por medio de la enseñanza intencional. Te cuento que la mejor forma de enseñar a un adolescente con mala conducta no es un pupitre ni un salón. Este tipo de jóvenes debe ser expuesto a otro ambiente. Por ejemplo, invítale a salir al parque, al cine, a un centro comercial, a comer, etc. Indirectamente, le estas enseñando cuán importante es para ti. OJO: ESTO NO LO HACEN EN CASA.
CUARTO: Amistad. Los adolescentes buscan modelos de quienes aprender. Lastimosamente, ante la falta de modelos en sus hogares, les obliga a buscar fuera y encuentran nefastos modelos. En ese caso, el líder de jóvenes debe convertirse en su amigo para poder ser un modelo en el cual ellos encuentren a alguien de quien aprender. Sin embargo, debes ser su AMIGO. NO PRETENDAS PASTOREAR A QUIEN QUIERES CONTROLAR. La amistad pesa y cuando esta se fortalece, naturalmente los adolescentes te seguirán.
Ante la falta de padres y madres responsables, el líder de jóvenes debe asumir su rol protagónico de ser sal y luz en una generación de adolescentes necesitados de inclusión, comprensión, formación y amistad.
¿SABIAS QUE LAS IGLESIAS HACEMOS ENORMES ESFUERZOS POR GANAR PARA CRISTO A JÓVENES Y ADULTOS CON GRANDES PROBLEMAS DE ADICCIONES Y VIOLENCIA IGNORANDO QUE UNA VEZ FUERON ADOLESCENTES CONFLICTIVOS, SENTADOS FRENTE A NOSOTROS, PERO POR INTOLERANCIA RELIGIOSA LOS EXPULSAMOS POR NUESTRA FALTA DE COMPRENSIÓN?
Líder de jóvenes, ama a tu grupo de adolescentes. Vive en constante intercesión por ellos. Debes darles el abrazo que en casa no les dan. Debes darles el tiempo que en casa no les dan. Cuando hagas eso, encontraras un fiel amigo, un leal líder y habrás comenzado la formación de un gran discípulo del maestro, Jesucristo.