Existen muchas teorías acerca de la existencia humana, y también la verdad absoluta, que el espíritu de DIOS nos formo y su soplo dio vida a nuestros cuerpos. Esta verdad independientemente de si la creamos o no, es lo que muchos menosprecian a la hora de usar cualquier excusa para torturar o arrebatar la vida de su víctima, vida que Dios otorgó como regalo. Quienes malgastan su tiempo cometiendo delitos de homicidios o de crímenes de lesa humanidad, sin duda alguna menosprecian dicho regalo e ignoran al dador de este, lamentablemente entre las diferentes causas para esto está el no creer en la existencia de Dios y dar rienda suelta al deseo de venganza o sed de poder. Esto es lo que en realidad permite sin cargo de consciencia alguno, acabar con la vida ajena, que en la mayoría de casos son movidos por la venganza. Respecto a esto, Dios dice “Mía es la venganza, yo pagaré “Dios es el único justo entre nosotros, porque todos en alguna medida somos encontrados faltos de peso delante de sus ojos, por eso el poder de la vida y de la muerte esta en su mano como justo juez. Escrito esta la hora llegará en la cual él, retribuya, a cada uno según su obra.
La falta de conciencia por la importancia de la vida cauteriza razonamientos y endurece sentimientos, ejemplo de esto son todos aquellos que por el simple hecho de ser cristianos eran condenados a morir en el circo romano, sin la más mínima consideración por ser jóvenes y fuertes, o viejos y débiles; ese tiempo antiguo es semejante a este, en el cual basta con negarse a pertenecer a un grupo delincuencial, pensar diferente, tener la desdicha de encontrarse con una persona racista, enamorarse de la persona equivoca, o por el simple hecho de existir, para perder la vida en manos de quienes no la valoran. Es parte de nuestra humanidad valorar únicamente lo que nos interesa, y restar importancia a lo que consideramos insignificante, así sea la vida misma.
Por todos es conocido que el que engendra violencia, violencia recibirá; pero parece ser que esta siembra y cosecha no logra suavizar la mente y los corazones de la sociedad violenta en la que vivimos.
A diario se suman esfuerzos por preservar la vida y hacer consciencia a quienes se dedican a destruirla, sin lograr detener ese proceder. Considero que los cristianos como parte de la sociedad tenemos la gran responsabilidad de modelar al Dios que logro cambiar nuestro pensamiento y convencernos que necesitábamos de su perdón para nuestras faltas, para que al sensibilizarnos con eso, resolvamos perdonar las faltas de otros, frenando así, el odio presente en nuestros sentimientos, del cual la palabra de Dios declara “El odio suscita rencillas, pero el amor cubre todas las transgresiones”
Personalmente creo que si el dador de vida no tienen lugar en nuestra conciencia, es imposible valorar ese efímero regalo. Y todo esfuerzo ajeno a reconciliarse con Dios, será en vano “Alejados de mí nada podéis hacer” Juan 15.5
Me parece que lo escrito en el libro a los Romanos 12:17-21 es un buen comienzo de cambio de mente, para quienes deseen un cambio de rumbo, y dejar huella en vez de cicatriz en los corazones y memorias de su entorno.
¡SHALOM!