Una de estas madrugada me sentía muy cargado, habían muchas cosas perturbando mi alma y navegando en mis pensamientos. Problemas que atender, trabajo por hacer, proyectos que desarrollar, temores, situaciones sin salida, muchas… muchas cosas. En esa condición sentí que mis oraciones eran insuficientes y no alcanzarían a cubrir tantas cosas, ni siquiera me sentía bien pidiendo tanto y no veía el final de la lista.
¿Ta ha pasado algo asi?… ¿te sientes así mientras lees estas palabras?… ¿estás lidiando con una semana que luce confusa y llena caminos sin salida?… ¿estás asustado?… Yo se de eso, me ha pasado más frecuente de lo que quisiera y de lo que piensas, aquella madrugada estaba así.
Te cuento que pasó aquella madrugada. De repente en medio del caos volví a un punto básico y fundamental: “Yo no debo cargar con todo esto, debo confiar en Dios quien recibe mis oraciones y mi vida, solo levantaré mi oración y voy a descansar en Él”. Básico ¿verdad?… así es, muy básico y simple, que importante es no olvidar lo simple.
Esta semana confía en Dios, mantén activa la oración, lee tu Biblia sin prisa mientras comprendes y aplicas lo que lees, deja que el Espíritu Santo te guíe. Confía en Dios porque solo Él puede manejar todo lo que tienes que manejar, y al tener la Victoria dale la Honra y mantente firme sin debilitar tus convicciones.
Sigue adelante… te veo en el campo de batalla.
«En mi angustia clamé al Señor , y él me respondió. Desde las entrañas del sepulcro pedí auxilio, y tú escuchaste mi clamor.” Jonás 2:2 NVI