Por: Pastor Yuri Walberto Martínez, Iglesia Tierra de Bendición
En la Biblia aparece cuatro pasajes similares donde lo común es un pozo, uno de esos pasajes es cuando Abraham manda al siervo de mayor rango, para que fuera a su tierra natal a buscar esposa para su hijo Isaac. Este siervo pone una señal, que cuando llegara al pozo donde iban las doncellas a traer agua, que la que le dijera que le ofrecía agua para él y sus camellos (eran 10 camellos) iba a ser la que sería la esposa del hijo de su señor, esta señal; parece atrevida, porque por el largo recorrido de los camellos quien ofreciera agua, tendría que esperar, porque cada camello puede consumir entre 23 y 25 litros de agua; es decir un ¡Total 250 litros de Agua! Aparece una mujer llamada Rebeca, la cual, es de resaltar es una mujer generosa y solidaria, que termino siendo la esposa de Isaac. (Génesis 24)
Pasan los años, y Jacob, el hijo de Isaac, en una historia muy conocida, sale huyendo de su tierra y de su parentela, y llega a la tierra de su tío Laban, y en un pozo, donde también llegaban las doncellas, aparece Raquel, las cuales todos los días, salían esperanzadas a que llegara un hombre a remover la peña del pozo, Raquel la cual pastoreaba las ovejas de su padre; conocemos la historia de Raquel que terminó siendo la Esposa de Jacob. (Génesis 29).
Pasan los años, aparece Moisés, y en el pasaje donde sale huyendo de Egipto, llega a la tierra de Madian, y estando sentado junto a un pozo, donde también llegaban las hijas de Reuel, aparece Séfora, estas mujeres eran parte de su vida el ser acosadas por los pastores hombres, pero ahora aparece este hombre de Dios, llamado Moisés, el cual dice la Palabra que las defendió (Éxodo 2).
Muchos años después, aparece Jesús sentado en un pozo a la hora del medio día, donde llega una mujer Samaritana, la cual conocemos muy bien su historia, esta mujer, al contrario de las tres anteriores (Rebeca, Raquel y Séfora) no es una mujer que gozara de buena reputación, pero esta mujer se encontró con el Hijo de Dios. Ese día ella encontró Gracia y Misericordia al recibir una palabra de esperanza de parte de Jesús fue corriendo a contarles a todos los hombres sobre el profeta (Jesús) con el que ella se había encontrado. Esta mujer ese día se encontró con el Dador de la Vida, alguien que en lugar de condenarla o buscar un favor sexual le ofreció Gracia y Misericordia. (Juan 4)
¿Qué tipo de cónyuge encontramos? Y ¿Qué tipo de cónyuge somos?
Generosa como Raquel, y esperando la voluntad del Señor como Isaac; buscando una verdadera ayuda idónea como la que encontró Jacob al quitar la piedra del pozo donde llegaba Raquel.
¿Somos el esposo que salimos en defensa de nuestras esposas? ¿Que las honramos, las cuidamos y rompemos con todo el maltrato que a lo mejor un día ellas tuvieron? De igual forma como lo hizo Moisés con Séfora; o a lo mejor nuestras esposas son aquellas Samaritana que tienen un pasado no muy grato ni digno de imitar, por lo que cuando se encontraron con Jesús encontraron gracia y misericordia. Nosotros somos los esposos que lejos de condenarlas y aprovecharnos de su oscuro pasado, rompemos con todo maltrato y ahora son aquellas mujeres que proclaman las Buenas Nuevas, anunciando el Evangelio de la gracia que recibieron.
¡¿QUÉ TIPO DE CONYUGE SOMOS?!