El 26 de diciembre del 2019. Mi hijo Otito Jr fue operado en un hospital de la ciudad de San Salvador. Mientras estábamos con mi esposa en la sala de espera, nuestro hijo menor estaba siendo intervenido. Gracias le damos a Dios por que todo salió bien y por su misericordia para con nosotros. Sin embargo, Dios hablo a mi corazón mientras estaba en la sala de espera, y entendí muchas cosas de las cuales quiero compartirte en esta meditación.
- Mientras oras por un milagro estas en la sala de espera.
No importa cuán angustiado estés, o cuan desesperado te sientas. El milagro lo verás cuando lo decida Dios. Muchas veces la impaciencia embargará tu corazón y te visitaran pensamientos de duda, tristeza y angustia. Quizá hasta te niegues comer debido a tu aflicción, pero debes de comprender que Dios esta trabajando en tu milagro, aunque por el momento no veas nada, ni sepas nada. Dios tiene 3 respuestas para tus oraciones: no, si y espera. En su mayoría de veces te hará sentar en la sala de espera. Y no hay nada mas asfixiante que esperar sin poder hacer nada. Y a ese momento te quiere llevar Dios, al instante donde pongas tu absoluta dependencia y confianza en El y dejes de hacer lo que sabes y conoces. Dios te lleva por episodios nuevos y desconocidos para que aprendas de su sabiduría y carácter. No te preocupes por el nudo de garganta, ni por las lagrimas que derramaras en el hombro de los que te acompañan en la sala de espera, sino que respira profundo y comienza a agradecerle a Dios por lo que está por venir.
- Entiende la diferencia entre la sala de espera y la sala de operaciones.
Si eres un verdadero hijo de Dios, lo único que debes de hacer luego que le has dejado en las manos de él tu caso, es esperar. No puedes apurar las cosas, no puedes entrar a operar tú, no puedes interferir en los planes sabios de Dios para tu vida, no puedes meter tus manos e intervenir en el proceso por que lo echarás a perder, solo puedes esperar. Tu esperanza hará que estés al pendiente del llamado para escuchar buenas noticias. Nunca antes estarás tan pendiente del sonido de la puerta como cuando estas en la espera. Dios permite esos procesos en tu vida para capturar tu atención al sonido de su voz y sus señales. Las personas que pasan en el pasillo del dolor no te serán indiferentes por que sabes que pueden ser usadas para traerte alguno mensaje proveniente del quirófano. Deja que Dios opere en tu vida. no intervengas, no presiones, solo espera. De seguro los segundos y los minutos serán importantes para ti en la sala de espera, mientras que antes solo dejabas pasar el tiempo sin ninguna importancia. Recuerda que en la sala de operaciones ocurrirán cosas que no soportarías verlas, pero que Dios sabe lo que esta haciendo.
- Ten cuidado con lo que piensas, decides y dices en la sala de espera.
La palabra de Dios dice “estad quietos y conoced que yo soy Dios”. No te adelantes a los acontecimientos, no renuncies a tu fe, que no desfallezca tu corazón, que no te comprometan tus palabras. Las batallas Psicológicas más duras, se sufren en la sala de espera. A media pasa el tiempo y no ves tu milagro, tu mente se invade de oscuridad, miedo, tristeza y desconsuelo. No puedes enfocarte en otra cosa más que en el momento en que termine todo. La espera de ese instante le añade agonía a tu alma y castiga tu corazón con incertidumbre nebulosa en tu interior. Muchas veces pensarás que nadie sabe lo que sientes o que no te comprenden como quisieras, pero la realidad es que a Dios le place pasarte por los procesos en que estas. Quizá tu mente te haga malas jugadas y tu engañoso corazón te traicione poniendo escenas trágicas en tu mente de lo mal que podrían terminar las cosas. Pero es allí el momento donde debes de aferrarte a las promesas de Dios y a la dura realidad de dejar todo en las manos de Dios.
En fin, la sala de espera en la vida del cristiano te permite conectarte mas con Dios y hacerte más dependiente de él. Te ayuda a meditar las cosas que nunca has meditado y a crecer el nivel de madurez requerido para el momento de recibir tu milagro.
Aprende a escuchar las recomendaciones que Dios te da para administrar las bendiciones que vendrán. Crece en la adquisición de responsabilidades para conservarte sano después de salir del proceso. Y vive por siempre agradecido con Dios por que estuvo, está y estará contigo en la sala de espera y al mismo tiempo en la sala de operaciones.
Medita en los siguientes tesoros:
“Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca”
Lam 3:25.
“Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.”
Salmos 40:1
“y habiendo esperado con paciencia, alcanzo la promesa”
Hebreos 6:15.
“porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez mas excelente y eterno peso de gloria”
2Corint 4:17.
“Gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración;”
Romanos 12:12.
“Porque os es necesaria la paciencia, para que, habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa”
Hebreos 10:36.
“guarda silencio ante Jehová, y espera en el…” Salmos 37:7.
Pai Otoniel Alvarado.
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